*Redacción Diario Evolución*
Investigadores y espeleólogos descubrieron una cueva con 137 impresiones de manos, en su mayoría de niños mayas, en un municipio al Sur de Yucatán, a una hora de Mérida, que tienen más de mil 200 años de antigüedad.
La cueva también cuenta con un cenote en el que se encontró un cráneo humano y huesos de animales. También, se halla un haz de luz, y el sol la ilumina entre las 11 y 2 de la tarde, por lo cual se convierte de un espectáculo único y natural.
Debido a que el lugar se encuentra bajo investigación y se busca protegerla, no se reveló la ubicación exacta de la cueva. Sin embargo, se indicó que para llegar hay que recorrer cinco minutos en la selva hasta llegar a un árbol de ceiba de 15 metros de alto, en sus raíces hay un hoy de tres metros de diámetro por donde se desciende 10 metros, hasta llegar a una bóveda de 35 metros.
En las imágenes reveladas se puede observar que en las paredes de la cueva están las manos, unas en negro y otras en rojo, y aunque hay de varios tamaños en su mayoría son de niños mayas.
Los investigadores han indicado que las manos forman parte de un ritual, al parecer, la transición de la niñez a la pubertad y para realizar ceremonia por la buena cosecha.
Cabe destacar que al ir avanzando en la cueva se puede observar un rostro labrado y seis relieves con pintura igual de antiguas, estas formarían parte del inframundo maya, denominado “Xibalbá”.