*Rocío Mariel CR*
Dentro de la mitología mexicana es muy popular escuchar la frase: “Cuando el tecolote canta, el indio muere”, pues quien la expresa se refiere a que el fin para alguna persona se acerca o que la huesuda está al acecho.
Pero no somos la única cultura que considera que estas aves nocturnas están relacionadas con el misterio, lo sobrenatural y la muerte, pues otras que tienen raíces mesoamericanas como El Salvador, Guatemala y Honduras, tienden a dotar de significado al tecolote como un ave de “mal agüero” y entre los indígenas aguacatecos, existe la creencia popular de que cuando un tecolote canta cerca de una casa, un integrante de la familia tiene que regañarlo y pedirle que se aleje con un rezo para evitar la muerte de alguien.
A través de la historia mexicana el tecolote ha estado siempre presente en la cultura popular; en expresiones como canciones y poemas escritos con referencia al tecolote, como mascota de equipos deportivos y de escuelas, nombre de periódicos, cafés, teatros, editoriales y grupos musicales, seudónimos de escritores, y como el nombre de un conocido chocolate en la década de los setenta. Incluso, en la película Tizoc: amor indio de 1957, protagonizada por Pedro infante y María Félix, la frase es prácticamente la representación esencial de la cinta.
La superstición de relacionar al tecolote con la muerte viene de muchísimos años atrás, desde la época prehispánica era considerado por los pueblos indígenas como signo además de los malos presagios, representando en la mayoría de las culturas del México y Guatemala antiguo a varios dioses, principalmente del inframundo. Debe de especificarse que para las culturas mesoamericanas el inframundo no necesariamente representa algo maligno, sino simplemente algo que puede ser indeseable, como la muerte.