Reconocer el ímpetu benéfico de los promotores culturales es tarea de todos los pueblos y en ese sentido, Baja California tiene en el maestro Rubén Vizcaíno Valencia uno de sus personajes más destacados en materia de impulso al arte y la cultura.
De ahí la importancia para esta región de la decimotercera edición de las Jornadas Vizcaínas 2021, y de la entrega del premio homónimo a un ciudadano ejemplar que actualmente replica el quehacer de divulgador y empeñoso gestor de la cultura que fue Vizcaíno.
El pasado 11 de septiembre se dieron cita en la Estación Vizcaíno del Centro Cultural Tijuana (Cecut), institución de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, distintas personalidades dedicadas a la difusión del arte y la cultura para distinguir al profesor Mario Ortiz Villacorta, cronista de la ciudad de Tijuana quien recibió la presea Rubén Vizcaíno.
En su carácter de anfitriona de esta ceremonia la directora general del Cecut, Vianka Robles Santana, definió a Vizcaino como “apasionado escudriñador de temas imposibles, verdadero gestor, promotor cultural, poeta, escritor, un enamorado de estas tierras, más allá de la línea fronteriza que rasga el mar y que tanto ocupa la reflexión de académicos y artistas.”
De la importancia de la actividad señaló: “las Jornadas Vizcaínas nos permiten seguir trabajando para el rescate de esa memoria que nos unifica, fortalece y permite reconocer el origen de la vitalidad cultural que caracteriza esta región, que proviene de la ardua y disciplinada labor de todos aquellos que supieron ponerse al servicio de la cultura, en vez de poner la cultura a su servicio”.
Entre otras personalidades se encontraban ahí la Mtra. Victoria Magaña, presidenta del Seminario de Cultura Mexicana Corresponsalía Tijuana, Minerva Tapia, directora del Instituto Municipal de Arte y Cultura, Guadalupe Kirarte, reconocida promotora cultural, el historiador Gabriel Rivera Delgado, el profesor y promotor cultural Enrique Briseño y el fotógrafo Manuel Bohórquez.
El creador de las Jornadas Vizcaínas y periodista cultural Jaime Cháidez, habló de esta celebración, “han pasado diecisiete años de su muerte y su legado se mantiene fresco, Vizcaíno se multiplica, se siguen publicando sus libros, su obra y figura se mantienen, se fortalecen y aparecen dentro de tesis, documentales y publicaciones”.
A su vez Victoria Magaña, refirió, “estoy muy agradecida de estar en esta tarde, en este espacio que es muy significativo y emblemático, la Estación Vizcaíno, para dar inicio a estas festividades en honor del profe Vizcaíno como mucho lo conocimos”.
Minerva Tapia dijo que Vizcaíno “fue forjador de instituciones, personaje de nuestra cultura, de nuestra región, el proyecto que impulsa el periodista cultural Jaime Cháidez, aquí presente, cuenta desde hace varios años con el apoyo de artistas y de instituciones culturales a las que el Instituto Municipal de Arte y Cultura se suma con entusiasmo”.
Rogelio Vizcaíno Álvarez, hijo del profesor Vizcaíno elogió la decisión de otorgar a Villacorta Lacave, el premio a quien describió como amigo, confidente, colega y colaborador entrañable, no sólo del profesor sino de la familia entera, que según sus palabras le enviaba un abrazo.
Notablemente emocionado por el reconocimiento, Ortiz Villacorta rememoró: “como adolescente, encontré la dirección, la palabra, la emoción, el espíritu de grandeza de Rubén Vizcaíno Valencia y lo adopté casi como un segundo padre”.
El cronista describió al celebre personaje, “ya se ha dicho mucho qué clase de hombre es y era, simplemente un hombre como todos, con virtudes y defectos, pero grande como era físicamente, sus defectos y sus virtudes eran también muy grandes y sus acciones también”.
“Era un hombre de renacimiento, pero al mismo tiempo un capitán de las cruzadas y un monje en busca de la piedra filosofal, era las dos cosas al mismo tiempo, un moralista y un atrevido buscador de mundos nuevos, un explorador, un conquistador”, concluyó diciendo el ganador del Premio Rubén Vizcaíno Valencia.