La Secretaría de Cultura (SC) y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través del Laboratorio Arte Alameda (LAA), presentan Máquinas bióticas, un “dispositivo vivo” que cuestiona nuestra relación con la naturaleza, las acciones en torno al desecho y el papel que juegan las relaciones inter especies para el bienestar del planeta.
Se trata de un proyecto experimental y pedagógico de AGA estudio y la Escuela Radical, realizado en colaboración con MEXTRÓPOLI, Festival de Arquitectura y Ciudad, en su edición 2021.
La coordinadora nacional de Artes Visuales (CNAV) del INBAL, Mariana Munguía Matute, resaltó la importancia de colaborar con estas iniciativas y comentó: “estamos saliendo de las fronteras rígidas que dividían las disciplinas y estamos encontrando esta manera de articular una nueva visión de lo que conlleva ser comunidad, una sociedad, ser parte de un ente vivo y creo que esta pieza lo ejemplifica de una manera interesante”.
El proyecto se inserta en el programa de residencias artísticas del Jardín Polinizador LAA y busca promover narrativas ambientales alternativas y pluriversales, es decir, parte de la idea de que el mundo no es binario, sino que existen muchas formas de pensarlo desde una mirada inclusiva, para imaginar y accionar otras formas de coexistir. Se sitúa como respuesta crítica al Antropoceno, etapa de la evolución de nuestro planeta marcada por el impacto negativo al medio ambiente, y los daños y repercusiones que tienen en el clima y la biodiversidad el mal uso y consumo excesivo de recursos naturales, al hacer visibles las problemáticas hacia los ecosistemas, producto de la acción humana en el mundo.
En conferencia de prensa virtual, la directora del LAA, Lucía Sanromán Aranda, externó: “Me gusta mucho la idea de establecer una relación a la creatividad, a la noción de la ciudad expandida, no sólo como un entorno urbano, sino como un entorno biológico, y el trabajo de AGA estudio y Escuela Radical nos ayuda a pensar en modelos de participación, en los cuales la relación de lo humano hacia el resto del mundo busca trastocarse; es decir, no somos los creadores de todo, sino que somos parte de una creación más amplia”.
Rodeado de múltiples comunidades, el LAA, a través de su Jardín Polinizador, está comprometido en crear programación con y para diversos visitantes y usuarios, y así contribuir de forma activa en la ecología social del entorno. Por lo tanto, con distintas acciones y un enfoque especial en programación participativa, busca fortalecerse como un lugar de encuentro, de reflexión y de co-creación ciudadana en el que expertos en diversas disciplinas y vecinos del barrio dialoguen, convivan y se relacionen.
Al respecto, la subdirectora del Laboratorio Arte Alameda y curadora de la pieza, Paola Gallardo Aguilar, señaló que “el gran logro de recibir la Máquina biótica en nuestro Jardín Polinizador es lo que ya está sucediendo en este espacio: crear una comunidad de cuidado, de interrelaciones entre todos los colaboradores, incluyendo al público que estará en contacto con la instalación. El dispositivo es la excusa para entender los flujos de vida”.
Las Máquinas bióticas, presentadas en esta instalación, se denominan “mico-friganistas”, mico porque hacen relación a un hongo y friganistas por una referencia al activismo sobre el desecho; por lo cual lleva a cabo funciones biológicas, se alimenta de residuos y respira el aire contaminado de la ciudad, para luego transformarlos en alimento para otros seres vivos.
Su componente principal es el hongo rosado pleurotus djamor, nombre científico de la especie que durante seis meses será alimentada de desechos para sustentar y hacer posible sus ciclos de cuidado, floración y cosecha. Máquinas bióticas se propone como un organismo vivo que por activación biológica realizará procesos interdependientes con el jardín del recinto y su fauna polinizadora. Será exhibida en el atrio del LAA del 25 de septiembre de 2021 al 27 de marzo de 2022.
Los co-autores del proyecto son: AGA estudio, colectivo transdisciplinar que busca generar estrategias y tácticas urbanas diversas, enfocados en el desarrollo de líneas de investigación e intervención aplicadas a las prácticas humanas, y Escuela Radical, espacio de crítica y reflexión en torno al espacio habitado, entre otros, conformado por un equipo de personas tutoras y estudiantes en red, ubicados en distintas ciudades de América Latina.
Por su parte, Fernando Meneses, de Escuela Radical, señaló que la Máquina biótica debe entenderse como un ejercicio de reflexión no sólo sobre el manejo de basura, de residuos, del uso de la energía, sino de las interrelaciones entre todos los seres de un entorno. Mientras que Gabriel Visconti Stopello, director de AGA estudio, remarcó que el dispositivo muestra que nunca dejamos de ser naturaleza, se entiende como respuesta para una forma de coexistencia distinta, que nos permite entrar en contacto con lo que conocemos como el diálogo de la vida.
La directora ejecutiva de Arquine y directora de MEXTRÓPOLI, Andrea Griborio, refirió que el LAA “siempre ha sido una de nuestras sedes aliadas para trascender los límites de las disciplinas del arte como tal, y empezar a ver el arte como biología, como arquitectura, como luz, como filosofía y ciencia. Ver los hongos ya listos es para todos un sueño hecho realidad”
Paralelamente a la exhibición de Máquinas bióticas, del sábado 25 de septiembre al domingo 3 de octubre se presentará la instalación lumínica titulada Lux(a) libre, proyecto desarrollado para el atrio del LAA por los alumnos del Posgrado Lighting Design (2020) que organiza Arquine en colaboración con la Universidad Politécnica de Cataluña, España.
Habrá un estricto apego a las medidas de protección para artistas, trabajadores y visitantes, las cuales consisten en la instalación de un filtro con tapete desinfectante, aplicación de gel antibacterial, revisión de la temperatura que no rebase los 37.5ºC, uso obligatorio de cubreboca al momento del acceso y durante el recorrido, además del respeto a la sana distancia.