La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) celebran el 53 aniversario de la Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS) con la transmisión de un video que documenta la exposición inaugural realizada por David Alfaro Siqueiros el 29 de enero de 1969.
Este año, la conmemoración de la creación de este espacio museístico se realiza en el marco del proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura, dentro del cual se considera la rehabilitación, renovación y adecuación de instalaciones hidráulicas y eléctricas y equipamiento que fortalecerá la infraestructura cultural con la que cuenta el Instituto en el Bosque de Chapultepec.
Con una inversión del Gobierno de México por $24’012,000.03 pesos, con IVA incluido, en la SAPS se realiza la instalación de una bóveda con equipamiento especializado para el resguardo del acervo del Centro de Investigación y Documentación Siqueiros (CIDS); la renovación de su bodega de obra, así como el mejoramiento para los espacios de trabajo del personal operativo con la habilitación de un comedor; reubicación de oficinas y equipamiento de las áreas de exposición.
Actualmente, la Secretaría de Cultura federal resguarda el acervo de la SAPS en el Complejo Cultural Los Pinos hasta concluir el proyecto de mejoramiento integral, lo cual permite la continuidad en la gestación de exposiciones en beneficio del público que aprecia la obra de David Alfaro Siqueiros.
Transmisión del video por redes sociales
El material audiovisual del CIDS se podrá apreciar el sábado 29 de enero a las 10:00 horas por la plataforma contigoenladistancia.cultura.gob.mx, así como por Facebook del Instituto (/INBAmx) y de la SAPS (/saladeartepublicosiqueiros) y Twitter: (@SAPSiqueiros).
Durante más de cinco décadas, la SAPS, a modo de extensión de la Escuela-Taller Siqueiros en Cuernavaca, Morelos, se ha dedicado a preservar, difundir y contribuir a la investigación del legado del muralista, custodiar el acervo documental, las obras de caballete y los murales in situ (Mural para una Escuela del Estado de México y Trazos de composición espacial del mural La marcha de la humanidad) y llevar a cabo un programa de exposiciones históricas y contemporáneas, así como actividades pedagógicas para vincularse con públicos diversos.
La vocación de la Sala está definida por la relación entre arte y política, el carácter público del arte, la investigación, la experimentación con materiales, los procesos novedosos de trabajo, así como la labor de taller que Siqueiros le dio tanto a esta institución como a La Tallera que, juntas, forman el Proyecto Siqueiros. Estas características dotan a este binomio museístico de la capacidad de relacionar la modernidad mexicana con el arte contemporáneo nacional e internacional.
Para recordar el espíritu con el cual el pintor mexicano convirtió en sala de arte su casa, ubicada en la calle Tres Picos de la colonia Polanco, la SAPS publicará en sus plataformas digitales un video acerca de la exposición inaugural de 1969.
En el amplio conjunto de piezas que mostró el pintor en el inmueble figuraron obras de más de 60 colaboradoras y colaboradores de su escuela-taller. Además, presentó piezas en las que trabajaba, proyectos parciales para murales inconclusos y por realizar, reproducciones de obras murales realizadas en México, Estados Unidos, Argentina y Chile, así como composiciones destruidas o semidestruidas “por vandalismos políticos” o abandonadas por el Estado mexicano, como fue el caso de Cuauhtémoc contra el mito, que había sido reconstruido, pero no inaugurado, comentó en aquel entonces el artista a la prensa.
Aquella incluyó litografías que ilustraban El canto general, poema de Pablo Neruda, de quien Siqueiros fue amigo cercano; así como 10 originales para litografías relacionados con el mural no realizado Homenaje a Vietnam.
En forma paulatina el espacio se adaptó a una idea largamente pensada, tanto por Diego Rivera como por Alfaro Siqueiros, a saber, la de convertirlo en el Museo de la Composición, el cual estaría dedicado a teorizar, innovar y enseñar los aspectos más importantes del movimiento muralista mexicano.
Radicado a principios de los años setenta en Cuernavaca, durante sus visitas a la Ciudad de México, Siqueiros transformó su casa hasta lograr una particular apropiación de la arquitectura original: mandó techar uno de los patios y cerró un ventanal para instalar dos bocetos de gran formato de murales inconclusos; cubrió los muros y los techos de la sala-comedor con trazos que generan profundos efectos cinéticos e instaló en las recámaras ampliaciones fotográficas de sus murales más importantes, sobre las cuales pintó líneas de fuga y prolongadas diagonales, con el objetivo de explicar la perspectiva poliangular.
El muralista donó la Sala a la nación en 1973, poco antes de fallecer. A partir de 1988, tanto la Sala de Arte Público Siqueiros como La Tallera, la antigua Escuela-Taller Siqueiros, forman parte de la Red de Museos del Inbal.