El Estado de México cuenta con un amplio turismo religioso, actividad que permite a las y los turistas no sólo conocer sitios destinados a profesar la fe, sino a descubrir la historia, cultura y arte de la humanidad.
Asimismo, es para aquellos amantes del arte y la arquitectura, ya que algunos recintos son un ejemplo de diferentes estilos como el barroco, plateresco, neoclásico y colonial, entre otros.
La Catedral de San José, en Toluca, se erige en el antiguo convento franciscano de la Asunción, desaparecido en el siglo XIX. La construcción de este templo, de estilo neoclásico, se encuentra llena de vicisitudes: el proyecto comenzó en los últimos momentos del Imperio de Maximiliano, la obra se detuvo por las dificultades de la época y fue retomada muchos años después. Finalmente, su edificación concluyó en 1978, a más de 100 años de su inicio.
Al oeste de la entidad mexiquense se ubica el municipio y Pueblo Mágico de El Oro, que alberga la Parroquia de Santa María de Guadalupe de estilo neoclásico, y cuya construcción data de 1783 con muros de adobe y techos de teja española.
En su origen se construyó sólo una torre y a mediados del siglo XX se edificó la segunda. Frente a la Parroquia se ubica una plaza y la calle que conducía a la Mina San Juan, hoy Socavón San Juan.
El Pueblo con Encanto de Acolman guarda una de las joyas arquitectónicas más notables del siglo XVI, el Templo y exconvento de San Agustín de Hipona, que fue edificado por frailes agustinos entre 1539 y 1560. Su fachada es de arte plateresco y en su interior se conservan retablos barrocos tallados en madera.
Este sitio también tiene una Capilla Abierta de pequeñas dimensiones, el Claustro Chico construido en piedra con una cruz al centro y un Cristo labrado en piedra, así como un Claustro Grande con arquitectura de estilo plateresco.
La capilla abierta del Pueblo con Encanto de Tlalmanalco es un ejemplo de arte tequitqui, es decir, una obra escultórica de tema cristiano, tallada por artesanos indígenas.
Este monumento fue construido en el siglo XVI por indicación de los franciscanos, con el fin de facilitar el proceso de evangelización, en el arco central se observa la representación de Dios padre, custodiado por dos ángeles.
La capilla ostenta un alto relieve en los cinco arcos, en los cuales se observan escudos, rostros y flores, mide 15 metros de largo y no tiene bóveda, ya que los indígenas se negaban a asistir al culto en un espacio cerrado.
En Jocotitlán es imperdible recorrer el Templo Jesús Nazareno, ubicado en el centro del municipio. Su construcción, edificada durante el siglo XVI, es de adobe, piedra, teja y madera y fue resultado del proceso de evangelización de los mazahuas, encabezada por Diego de Nájera Yanguas.
Al sur del estado se ubica el Pueblo Mágico de Ixtapan de la Sal, donde visitantes nacionales y extranjeros pueden visitar y admirar la Parroquia de la Asunción de María y la Capilla del Señor del Perdón, construida en el siglo XVI y terminada en 1682.
Es de estilo tequitqui, mejor conocido como plateresco español, con algunos detalles barrocos, en su arquitectura se observan rasgos medievales, pues semeja una fortaleza de almenas en el atrio. Los frailes franciscanos trajeron consigo la imagen de la virgen de la Asunción, cuya fiesta se celebra el 15 de agosto.
En el centro de la cabecera municipal de Tenango del Valle se ubica el imponente Templo del Calvario, del cual destaca su fachada de estilo neoclásico, sobriamente realizada en cantera café.
Mientras que, en el Pueblo con Encanto de Zinacantepec, se ubica el Museo Virreinal, en un exconvento franciscano del Siglo XVI, y cuenta con una pila bautismal, construida en 1581, se trata de la escultura monolítica más grande en su tipo, la cual muestra una narrativa religiosa de arte tequitqui, que da cuenta del sincretismo franciscano e indígena de esa época.
El Pueblo con Encanto de Sultepec alberga la Parroquia de San Juan Bautista, iglesia neoclásica de cantera rosada donde destacan sus columnas y dos escudos a los lados de la ventana del coro, uno de ellos perteneciente a Fray Juan de Zumárraga, primer Arzobispo de México.
La Parroquia de la Virgen de la Peña de Francia, en el Pueblo Mágico de Villa del Carbón, es un monumento histórico que data del siglo XVIII, consagrado a la Virgen de la Peña de Francia, la cual fue traída a México por los españoles en la época de la Colonia. Su arquitectura, de origen románico, refleja el patrimonio de la época colonial.
Para conocer las rutas y los destinos de turismo religioso, se invita al público a visitar el sitio web experiencia.edomex.gob.mx.