*Eréndira Zavala C*
La música tradicional mexicana es rica en géneros, ritmos y temas, es producto del mestizaje entre las tradiciones americana y europea -con los conquistadores españoles y los inmigrantes centroeuropeos-, y contiene raíces de lo prehispánico y africano (proveniente de los esclavos negros). Además, cada estado de la República Mexicana cuenta con un tipo de música representativo con distintas características de acuerdo a la región: huapangos, redovas, corridos, polcas, jarabes, sones, etc., por ejemplo:
La música de la Huasteca comprende danzas indígenas y su famoso son mestizo; la música indígena de los Altos de Chiapas con “alientos”, percusiones, cuerda y marimba; la yucateca de canciones sentimentales, tranquilas y amorosas. Las comunidades indígenas de Sonora conservan en su música elementos prehispánicos y del tiempo de la conquista; los sones veracruzanos, y en Michoacán, tres géneros representativos el son, el jarabe y la valona, tocados la mayoría con el arpa veracruzana.
En la llamada Tierra Caliente de Guerrero, también el son es la música típica además del gusto, un género más lírico. En el istmo de Tehuantepec, en Oaxaca, con los huaves y mareños (grupos étnicos), la música se produce al ritmo de caparazones de tortuga y baterías de cencerros.
Estos ejemplos de la música tradicional forman parte esencial de la cultura nacional y se han ido modificando y fusionando con otros géneros y estilos musicales a fin de adaptarse a los gustos e intereses de las nuevas generaciones. Como en el caso de los corridos que se caracterizan por contar una anécdota o hecho sobre lo acontecido en México, surgido durante la Revolución Mexicana para narrar las historias de esa época.
De igual forma, el estilo norteño es el género musical de la cultura mexicana que introdujo el acordeón a la música de fiesta, relacionada con la polka y el corrido; este estilo se popularizó en la parte norte del país después de la Independencia de México. O el género ranchero uno de los favoritos de la gente dado que reúne la cultura del folclor mexicano; su apogeo fue durante la época dorada en México con exponentes como Pedro Infante, Jorge Negrete o José Alfredo Jiménez.
También es preciso mencionar a la banda sinaloense o “tambora sinaloense”, surgida en los años 20, caracterizada por sonidos de trompeta, tambora, tarola, clarinete y trombón, una combinación de música de banda, corridos, polkas y huapangos.
Puede pensarse que el futuro de la música tradicional mexicana está asegurado, sin embargo, ese futuro depende de la conservación de las tradiciones que la contextualizan y le dan sentido, ese futuro depende entonces de nosotros mismos.