*Gaby L.C*
Desde 1984 se celebra cada 18 de abril el Día Internacional de los Monumentos y Sitios, una efeméride impulsada por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), junto con a la aprobación de la UNESCO.
México es una de las principales potencias culturales del mundo, posee más de 300 mil sitios arqueológicos en todo el territorio, así como más de 120 mil monumentos y más de 150 mil espacios artísticos, esto de acuerdo con el Atlas de Infraestructura y Patrimonio Cultural de México.
Los estados que encabezan este proceso de catalogación son: Puebla, Jalisco, San Luis Potosí y Michoacán.
Además, está en el ranking del Patrimonio Mundial de la Unesco, esta lista está conforma por mil 852 sitios, de los cuales 36 son mexicanos. El primer país en América con mayor número de inscripciones de sitios y el sexto a nivel mundial.
Existen 3 grandes clasificaciones respecto a los monumentos, por lo que hace a México que sea rico en ellos y son:
Monumentos arqueológicos, creados antes de la llegada de la cultura europea a América; Monumentos históricos, construidos a partir de la llegada de los españoles y hasta finales del siglo XIX; Monumentos artísticos, arquitectura de valor estético relevante de los siglos XX y XXI.
Con una vasta riqueza en este aspecto, se encuentra el Palacio de Bellas Artes y el Museo Nacional de Arte, además de una amplia red de sitios con magia en toda la República mexicana como San Juan de Ulúa, Veracruz; Chichén Itzá, Yucatán; Palenque, Chiapas y mucho más.
En el caso del Estado de México, contiene cinco monumentos históricos nombrados así por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y son:
El ex Convento de Acolman: Construido por la Orden de San Agustín a partir de 1539, el complejo arquitectónico luce por su fachada, considerada por los especialistas en historia del arte como la joya del plateresco en América.
Tres tormentas provocaron que las aguas del lago de Texcoco y de la presa del Rey se desbordaran e inundaran el templo, dos de ellas en el siglo XVII y una más en el siglo XVIII, cuando el primer piso quedó cubierto de agua y lodo.
Capilla Abierta del Templo de Calimaya: Los franciscanos evangelizaron esta región, edificando un convento entre 1529 y 1594 conformado por el templo principal, una capilla abierta, baptisterio, Capilla de la Tercera Orden y un atrio con capillas posas. El espacio fue declarado Monumento por el INAH al combinar elementos europeos e indígenas en su hechura.
Museo Nacional del Virreinato en Tepotzotlán: Una sencilla casa donada por los vecinos del pueblo se convirtió, con el paso del tiempo, el apoyo de benefactores y recursos propios, en un complejo arquitectónico compuesto por cinco patios, una huerta, dos molinos, una hospedería y un templo.
Posteriormente el edificio fue declarado monumento nacional y en 1963 el Instituto Nacional de Antropología e Historia dio inicio a los trabajos de restauración para albergar el Museo Nacional del Virreinato que se inauguró el 19 de septiembre de 1964.
Capilla Abierta de Tlalmanalco: Fue construida por los franciscanos entre 1585 y 1591, fechas que aparecen en las dos portadas del templo. Muestra supervivencias del arte románico y bastantes restos del gótico.
Ex Convento de Oxtotipac: Edificado en la primera mitad del siglo XVI, sobresale principalmente por lo pequeño de sus dimensiones. Conserva la pila bautismal de una sola pieza, la esbelta fuente de piedra al centro del patio y la cruz atrial con símbolos de la Pasión.
Recuerda que esta fecha busca sensibilizar y dar a conocer a todas las personas la riqueza que posee la humanidad en cuanto a patrimonios históricos y fomentar la conservación y protección de los mismos, por lo que si en tu próxima salida visitas uno de estos sitios, cuídalos para seguir preservándolos y que próximas generaciones puedan también conocerlos.