México está de fiesta tras celebrar el 214 Aniversario de su Independencia y Google le recuerda al mundo este hecho histórico con un Doodle especial que rinde homenaje a una de las historias más emblemáticas del país: la leyenda de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl.
Se trata de una ilustración, realizada por el artista mexicano, Charles Glaubitz, que retrata una de las leyendas de amor más románticas y emblemáticas de nuestro país convirtiéndose en un símbolo de la riqueza cultural de México.
El Doodle, creado por el artista tijuanense Charles Glaubitz, retrata la trágica historia de amor entre Popocatépetl, un valiente guerrero, e Iztaccíhuatl, una hermosa princesa. Esta cautivadora historia, arraigada en la cultura mexicana, ha sido transmitida de generación en generación, convirtiéndose en un símbolo de pasión y lealtad. Si no te la sabes, te la contamos.
El inicio de este Doodle de Google recuerda el icónico momento en el que, el 16 de septiembre de 1810, el sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla hizo sonar las campanas de la iglesia en el pueblo de Dolores, llamando al pueblo mexicano a levantarse en armas contra el dominio colonial español.
Sin embargo, no se limita únicamente a representar el contexto histórico de la independencia, sino que también incluye un homenaje a una leyenda ancestral muy querida por los mexicanos. En el centro de la ilustración aparecen los majestuosos volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, dos formaciones naturales que, según la mitología náhuatl, representan a dos amantes eternamente unidos por el destino.
La historia cuenta que hace mucho tiempo, en la época prehispánica, vivían dos jóvenes enamorados: Popocatépetl, un valiente guerrero, e Iztaccíhuatl, una hermosa princesa. Su amor era tan grande que todos en el pueblo los admiraban.
El guerrero, antes de partir a la guerra, le prometió a su amada que si regresaba victorioso, se casarían. Sin embargo, un rival celoso de su amor le hizo creer a la princesa que su amado había muerto en batalla, por lo que enfermó de tristeza y falleció.
Cuando el joven regresó triunfante, encontró a su amada sin vida. Lleno de dolor, la llevó a una montaña y la recostó rodeándola de flores blancas. Después, se tendió a su lado, decidido a acompañarla por la eternidad.
Los dioses, conmovidos por su amor, los transformaron en dos enormes volcanes. Popocatépetl, el volcán más alto, representa al guerrero siempre vigilante, mientras que Iztaccíhuatl, la montaña más blanca, simboliza a la princesa dormida.