*Eréndira Zavala C.*
México posee una vasta riqueza lingüística llena de modismos, a veces incomprensibles para quienes no han nacido en este suelo, que dan cuenta de la idiosincrasia y cultura del país. Estas frases o palabras tienen su origen en la historia, costumbres y sentido del humor de los mexicanos que reflejan la forma en que se percibe el mundo con ingenio.
Las expresiones populares, que han persistido a través del tiempo, van más allá de ser solo frases coloquiales, están impregnadas de tradición y contextos característicos según la época en la que fueron creadas. Algunas provienen del período colonial o de la Revolución Mexicana, otras se han derivado de anglicismos y unas más se han adaptado a la vida contemporánea.
¡Ándale!, es un mexicanismo derivado de andar, referido a moverse, caminar o ponerse en marcha, verbo usado en la Colonia por los conquistadores españoles; pero en México, es utilizado para animar a alguien, – como si se le empujara a hacer algo-, y también para coincidir con alguna idea o acción. ¿Qué onda?, empleado para saludar o preguntar cómo está alguien, se dice que proviene de la palabra en inglés “wave” y en la década de los 60, comenzó a utilizarse para explicar la “vibra” o ambiente.
¡No manches!, es una expresión muy común que se adaptó, en los años 1950 y 1960, del “no mames”, derivada de un vulgarismo que expresaba asombro o incredulidad. Con el tiempo, para hacerla menos ofensiva, se comenzó a utilizar la variante “no manches”, que mantiene el mismo tono de sorpresa, pero elimina la sugerencia vulgar. ¡Qué chido!, incluido en el Diccionario de la Real Academia Española, significa que algo o alguien es bueno, bonito, lindo, muy bueno o agradable y si bien se desconoce su origen se manejan tres teorías, una que proviene de “chirote”, vocablo costarricense para alguien inquieto; otra, que se deriva de la palabra “chiro” (resplandeciente) del caló gitano; y la tercera que los pobladores de Tepito la retomaron e integraron a su argot juvenil.
Ejemplos de mexicanismos existen muchísimos más como Chingón, Esta noche cena Pancho, Güey, Me late, Le sacaron el mole, Canijo, Chilletas, Ruletear, Apapachar, Cháchara, Cheve, Muina, Teporocho, Padrísimo, Pan comido, Mala leche o mala copa, y un largo etcétera.
Las expresiones mexicanas logran transmitir emociones, humor y creatividad en el lenguaje y son parte fundamental del habla cotidiana y de las costumbres y tradiciones que reflejan valores, creencias y experiencias transmitidas de generación en generación.