*Alejandra C.L.*
La fecha del 12 de diciembre es una de las más festejadas en México, al conmemorar la aparición de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego en 1531, lo cual marca un precedente en la historia de la evangelización del país, ya que con ello se inició la sincretización de creencias cristianas que identifican a los mexicanos.
Anualmente, la Basílica de Guadalupe es visitada por cerca de 20 millones de personas en los festejos decembrinos. No obstante, cabe destacar que esta construcción es el tercer recinto luego que la segunda edificación ha sufrido varios hundimientos, haciéndola insegura para los fieles. Además, entre los recintos del cerro de Tepeyac se encuentran diversas historias y curiosidades que te presentamos a continuación.
El cerro de Tepeyac fue el lugar donde, de acuerdo con la tradición, se le apareció la Virgen a Juan Diego por cuatro días, del 9 al 12 de diciembre, en el camino que el joven indígena tomaba para llegar a la catequesis. Por ello, alrededor de este cerro se construyeron varias iglesias, expiatorios y edificios, dando lugar a la actual Basílica de Guadalupe.
La primera iglesia se construyó en la punta del cerro, de la cual solo se conserva una capilla que contiene algunos frescos que mencionan la historia del milagro de las flores frescas. Para llegar a este templo se tienen que subir escalinatas que para algunos peregrinos se vuelve una manda, pues suben de rodillas hasta ella a fin de agradecer un milagro atribuido a la Virgen de Guadalupe. Además, puede verse en el recorrido esculturas que representan el momento de la aparición.
El segundo templo fue construido en 1695, luego que fuera demolido el anterior a raíz del rápido crecimiento del culto guadalupano en la época de la Colonia y se abrió al público el 27 de abril de 1709. En esta basílica, de corte barroco y neoclásico, estuvo resguarda la tilma de la Virgen de Guadalupe por cerca de 267 años.
Su interior está decorado con vitrales, pinturas monumentales, un altar de mármol, candelabros de bronce del siglo XVIII y un órgano monumental. Una de sus curiosidades es que en 1921, en medio de la Guerra Cristera, alguien escondió una bomba en un arreglo de flores, con la intención de dañar la imagen de la virgen, sin embargo, pese a la magnitud de la explosión, la basílica apenas tuvo daños y la imagen salió intacta.
Las escalinatas del altar, algunos vitrales y un crucifijo doblado fue el saldo de aquella explosión. Se dice que el crucifijo fue el que protegió al ayate. Sin embargo, debido al incidente el altar fue arreglado de tal modo que la imagen se colocó un metro más alto. Por un tiempo, la tilma fue reemplazada por una copia y la original estuvo resguardada en casa de una de las personas devotas.
Por la fragilidad del suelo donde se encuentra, esta basílica se va hundiendo, por lo que al verla a cierta distancia parece que se está yendo de lado. Por ello, se realizó la construcción actual que fue terminada en 1976 y se puede albergar en su interior hasta 10 mil devotos.
Esta nueva basílica tiene forma circular y sin barreras para que los fieles puedan ver a la virgen desde cualquier lugar en el que se encuentren. La imagen original, por su seguridad está colocada a una considerada altura, detrás del altar, bajo una cruz de importantes dimensiones, en un muro con acabado similar al plafón.