Eréndira Zavala C.
El origen, historia y significado de la flor de nochebuena (cuyo nombre científico es euphorbia pulcherrima), están entrelazados con las raíces indígenas y la evolución de la celebración cristiana de la Navidad en México.
La nochebuena, conocida también como Flor de Nochebuena o Flor de Pascua, ha sido cultivada y venerada desde tiempos prehispánicos, mucho antes de la llegada de los conquistadores europeos. Los aztecas le atribuían un valor simbólico, representando la renovación de la vida. La flor roja de la nochebuena era un símbolo de la sangre derramada por los sacrificios rituales y las hojas verdes, como la regeneración de la vida.
Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, la nochebuena comenzó a ser asociada con las festividades cristianas, especialmente con la Navidad, debido a su floración en diciembre y la celebración del nacimiento de Jesús. Los comerciantes y misioneros españoles fueron quienes introdujeron a Europa la flor de nochebuena.
Una de las leyendas más populares sobre esta planta es aquella que cuenta cómo adquirió su característico color rojo. Según una narración mexicana, una niña indígena de nombre María, no tenía dinero para ofrecer un regalo al niño Jesús, así que desesperada decidió recoger algunas ramitas de una planta silvestre que encontró en el campo. Al llegar al pesebre, la niña ofreció las ramas con todo su corazón y, en ese momento, se transformaron en hermosas flores rojas, como un milagro que representaba la pureza de su amor y devoción.
En México, la nochebuena no solo es una flor decorativa, sino también un símbolo cargado de significado. Durante la temporada navideña, es muy común encontrarla adornando hogares, iglesias, plazas públicas, comercios y mercados, creando un ambiente festivo lleno de color. En muchas comunidades mexicanas, la nochebuena es tan importante como el propio árbol de Navidad.
En las posadas, donde se rememora el viaje de María y José en busca de un lugar donde descansar, las nochebuenas se utilizan para decorar los altares, las casas y los templos. Esta tradición es una forma de dar la bienvenida a la Navidad, así como un recordatorio de los valores de fe, generosidad y comunidad que se celebran en estas fechas.
La nochebuena es una planta profundamente arraigada en la tradición y cultura mexicana, que ha acompañado la celebración de la Navidad, como un símbolo de amor, esperanza y renovación.
