*Alejandra C.L.*
Una de las obras que sin duda ha marcado en las últimas generaciones desde inicios del siglo XXI es la trilogía El Señor de los Anillos y todos los libros que se escribieron a su alrededor por parte de John Ronald Reuel Tolkien, mejor conocido como J.R.R. Tolkien, cuyo natalicio se celebra este 3 de enero, recordándose que nació en 1892 en una comunidad de Sudáfrica llamada Bloemfontein.
Con el paso del tiempo se trasladó a Inglaterra, donde realizó estudios en lingüística y literatura en la Universidad de Oxford, sin embargo, su influencia para escribir acerca de La Tierra Media proviene desde su infancia, cuando le atrajeron las pinturas románticas medievales donde se veían torres enormes y escenarios de batallas, aunado a su creciente interés por los idiomas.
Asimismo, al descubrir que su familia tenía orígenes alemanes se adentró en la mitología nórdica, lo que influenció en la creación de los escenarios que conllevan enanos, elfos y otras criaturas míticas que se encuentran entre las páginas de la obra de Tolkien. Respecto a los escenarios, está motivado por las aventuras que vivió con sus compañeros en Suiza e Inglaterra, así como en su participación en la Primera Guerra Mundial.
No todas las obras de Tolkien fueron publicadas por él, sino que algunas fueron recopiladas por su hijo Christopher Tolkien, quien decidió sacar a la luz todos aquellos relatos que quedaron inconclusos o explicaban mejor algunas anécdotas que se encuentran en El Señor de los Anillos y El Hobbit; principales obras de J.R.R. Tolkien.
Es así como tenemos a El Silmarillion que nos explica cómo se creó la Tierra Media en el principio de los tiempos, con una analogía bastante parecida a La Creación retratada en el Génesis, para luego pasar a una serie de eventos que culminan con la creación de los Anillos del Poder. O el cuento romántico de Berehn y Luthien, que de acuerdo con las cartas que llegó a escribir Tolkien, fue inspirado en el encuentro que tuvo con su esposa al conocerla.
En su obra también pueden encontrarse sus impresiones al participar en la Primera Guerra Mundial, donde perdió a la mayoría de sus amigos, por lo que entre líneas puede verse como en las escenas de batalla de El Señor de los Anillos, sobre todo en la última pelea, se destaca la pérdida, el dolor y el horror causado por la guerra.
También manifestó su rechazo a los efectos devastadores que traería la industrialización que en ese entonces devoraba a los paisajes rurales en Inglaterra, prueba de ello es la pelea entre los Ents y Saruman en la segunda entrega de la trilogía, Las dos torres, o como la Comarca fue industrializada por Saruman en El Retorno del Rey, llevando con ello la pelea entre los defensores de la naturaleza y los que abogan por las industrias.
Si bien su obra ha sido estudiada últimamente, las películas que se han hecho son vastas, incluyendo animadas en la década de 1980, sin embargo, no cabe duda que conforme pasen los años, el imaginario de La Tierra Media, con sus múltiples lenguajes creados por un J.R.R. Tolkien joven siempre va a fascinar tanto a chicos como a grandes, aún después de más de 50 años de su muerte, ocurrida el 2 de septiembre de 1973.