*Gaby L.C*
México es un país rico en cultura y tradiciones, y una de las formas de expresarlas es a través de los juegos populares que se practican desde hace generaciones. Estos juegos son una forma de diversión, aprendizaje y convivencia que reflejan la identidad y la creatividad del pueblo azteca.
Debido a la era de la tecnología cada día van perdiendo su importancia entre las generaciones más jóvenes; sin embargo, hay uno que volvió a surgió debido a la popularidad de una serie de origen coreano de nombre “El Juego del Calamar” que muestra un juego llamado gonggi, que cuando los mexicanos más adultos lo vieron, no dudaron un recordar y ver la similitud de este con el juego de “la matatena”.
En nuestro país este juego es uno de los más antiguos y tradicionales entre niños y adultos. La palabra “matatena” proviene del náhuatl matetema (maitl = mano; tetl = piedra; tema = llenar) y significa “llenar la mano con piedras”; ¡y justo de eso se trata!; otros estados también conoce este juego por el nombre de “los huesitos”.
En la época quizás de nuestros abuelos, o de nuestros padres, para jugarlo se utilizaban piedras, semillas, huesos de chabacano o de alguna otra fruta; por lo mismo, también se le conoce como el juego “de los huesitos”. Actualmente, se juega con una pelota pequeña y con matatenas, que son figuras de plástico o metal con seis picos.
Así que el juego de los huesitos o matatena para poder iniciar y saber quién comenzará el primer tiro, lo que se debe hacer es agarrar las piedras o ahora matatenas en la mano, lanzarlas hacia arriba, voltear la mano rápidamente y cacharlas con el dorso; después se vuelvan a lanzar, pero ahora deben cacharse la mayor cantidad de matatanes posibles con la palma; gana quien logre atrapar más.
Posteriormente, se esparcen las matatenas en el piso o sobre una superficie lisa, no muy lejanas entre sí. El juego consiste en lanzar la pelota hacia arriba y, con la misma mano, agarrar las matatenas conforme al número de la ronda. Es decir, en la primera, juntar de una en una; en la segunda, agarrar de dos en dos; en la tercera, de tres en tres al mismo tiempo, y así sucesivamente hasta llegar a la ronda número diez. Al terminar todas las rondas, puede jugarse en sentido inverso.
Mientras que el Gonggi es un juego tradicional coreano bastante antiguo, en el que literalmente quiere decir levantar una piedra. Se considera que se originó a principios del siglo XIX registrado en el libro Ojuyeonmunjangjeonsango escrito por Lee Kyu-kyung durante el reinado del rey Heonjong de la dinastía Joseon, por lo que muestra la popularidad del juego aéreo.
El método de juego del Gonggi varía según la región, sin embargo, su regla común consiste en aventar los pequeños octágonos en el suelo al alzar o también nombrados en coreano como Gonggitdol. Escoger una del suelo y lanzarla al aire para luego recoger una colocada en el suelo y al mismo tiempo atrapar la que está en el aire. Este juego tiene cinco niveles de los cuales entre más se avance más difícil será obtener los Gonggitdol.
Así que, tanto el tanto el Gonggi como la matatena, siguen siendo uno de los juegos tradicionales que, a pesar de los años, han mantenido su esencia cultural. Además de que, ambos son de gran destreza, agilidad, movimientos delicados y de ágiles manos para lograr agarrar las piezas y al mismo tiempo sin tocar ni mover las otras que están en el suelo. Así como el impacto que ha ejercido en su respectivo país.
