Ruta Wirikuta de México entra en la lista del Patrimonio Mundial

*Redacción*

Foto: INAH.

La Ruta Wixárica de México, también conocida como la Ruta Wixárika por los Sitios Sagrados a Wirikuta, un camino de 500 kilómetros con decenas de sitios naturales sagrados, fue designada Patrimonio Mundial por la Unesco; abarca desde la región del Gran Nayar, pasando por Jalisco, Zacatecas y hasta el desierto de San Luis Potosí, es una de las peregrinaciones precolombinas más representativas aún en uso en las Américas.

Es un testimonio vivo de las tradiciones culturales del pueblo Wixárika (huichol), quienes cada año recorren este camino sagrado guiados por un mar’akame (sacerdote tradicional) para rendir ofrendas en sitios sagrados, como cerros, rocas y manantiales, y culminar en Wirikuta, donde se encuentra el Cerro Quemado, lugar mítico donde nació el Sol.

La peregrinación, dividida en cinco “puertas” que corresponden a sitios sagrados clave, incluye rituales con ofrendas como flechas, velas, jícaras y objetos rituales llamados tsikuri, que representan mapas espirituales de la geografía sagrada. Es la primera vez que una tradición indígena viva alcanza esta distinción en América Latina, subrayando su relevancia cultural, espiritual y ambiental para nuestro presente y futuro, destacó la Secretaría de Cultura. 

Unos 20 sitios sagrados componen la ruta y a lo largo de ella los wixáricas, también llamados huicholes, expresan sus vínculos con elementos de su cosmovisión como el maíz, el águila real, el venado y el peyote, una cactácea alucinógena que atrae a turistas. Recomendó a México prohibir las actividades mineras en la zona.

Estos sitios sagrados, están ubicados en el centro-norte de México: Tatei Jaramara, en Nayarit; Huaxa Manaka, en Durango; Tuapurie, en Jalisco; Cuyetsarie, Xurahue Muyaca, Cupuri Mutiú, Cacai Mutijé, Macuipa, Tatei Nihuetúcame, en Zacatecas; Huahuatsari, Cuhixu Uheni, Tatei Matiniere, Nihuetaritsié, Natsitacua, Uxa Tequipa, Tuy Mayau, Huacuri Quitenie, Huiricuta: Mucyuahue; Huiricuta: Raúnax, y Huiricuta: Maxa Yaritsie, en San Luis Potosí.

Se trata de lugares y paisajes de importancia sagrada, vinculados a las prácticas espirituales, rituales y culturales para los pueblos indígenas wixárika. Juntos, los 20 componentes y la ruta hacia Wirikuta atraviesan tres regiones ecológicas relevantes. En dicha ruta se practica el ciclo de rituales para mantener las relaciones con los elementos naturales, considerados deidades ancestrales, a fin de asegurar el éxito del ciclo agrícola de la milpa y el bienestar del pueblo.

Con este reconocimiento, México suma 36 inscripciones en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, y reafirma su posición como primer país en América y séptimo a nivel global con mayor número de bienes reconocidos.

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