
En “un silencio tan blanco”, Valeria Guzmán (Rusia, 1988) emprende un viaje retrospectivo que comienza en su infancia y termina por diluirse como la nieve.
Este volumen de poemas es una suerte de testigo de la experiencia de Guzmán como ciudadana del mundo: nacida en Rusia, de corazón mexicano y miembro activa de la Academia Ecuatoriana de la Lengua. Guzmán es una escritora sin fronteras, y “un silencio tan blanco” es muestra de ello.
“Soy lingüista, y por ello, hay cosas de la lengua que me obsesionan mucho, por ejemplo, la relación entre lengua y pensamiento, y este libro me ayudó a resolver de forma poética estas interrogantes”, detalla Guzmán.
El libro, escrito desde la telaraña insondable de la memoria, tiene como hilo conductor la permanencia de un paisaje hostil, en donde la naturaleza y lo urbano se reúnen para conducir al lector a la propia condición humana que, en buena medida, está marcada por la precariedad, la soledad y la incertidumbre con la que muchas veces se debe hacer frente al destino.
Guzmán echa mano de sus grandes recursos lingüísticos y estilísticos para lograr “un lenguaje decantado que demuestra la solidez de un oficio poético”, lo cual le valió el IX Premio de Literatura Ciudad y Naturaleza José Emilio Pacheco, que se entregó durante la pasada edición de la FIL Guadalajara.
“Hay un hilo entre la poesía y la memoria que es sumamente singular. Los recuerdos siempre se reescriben, puede ser que lo que evocamos haya sucedido o no, porque en nuestro cerebro la memoria y la imaginación viven en la misma dimensión”, explica Guzmán.
La poeta reconoce que ha encontrado canales de comunicación entre la lexicografía –como parte de su experiencia lingüista, Guzmán ha participado en la elaboración de diccionarios, como es el caso del Diccionario de Mexicanismos– y la poesía.
“En un diccionario tomas palabras que están en el uso habitual y cotidiano de una comunidad de hablantes y generas este repositorio, en donde formalizas las definiciones bajo un conjunto de reglas. La poesía, por otro lado, intenta subvertir esos significados a través de la ambigüedad y la función poética”, explica la autora,
Guzmán vuelve a la poesía después de seis años de haber lanzado Ofidias, colección de poemas con la que consiguió el Premio Nacional de Poesía Tijuana 2019.
Durante la más reciente edición del Premio José Emilio Pacheco, “un silencio tan blanco” destacó entre más de 200 obras provenientes de 21 países.
Este miércoles, Guzmán presentó por primera vez en la Ciudad de México “un silencio tan blanco” en la librería U-Tópicas, acompañada de las escritoras Andrea Muriel y Valeria List.