*Alejandra C.L.*

Silencio… pánico… llanto… fue lo que se vivió un día como hoy, pero de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, ante la ráfaga de balas hacia los estudiantes, maestros y familiares que se encontraban en el lugar como parte de una manifestación que realizaban, quienes corrieron despavoridos hacia los edificios cercanos para resguardarse del ataque que se considera realizó el Ejercito. Cientos de ellos murieron y otros más fueron detenidos, no obstante, a casi seis décadas de la masacre, aún hay muchas dudas de lo qué ocurrió realmente y se desconoce la cifra real de muertos y desaparecidos durante ese ataque.
Ese día, los estudiantes de diversas instituciones, entre ellas la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), pedían que parara la represión del gobierno federal de ese entonces hacia el movimiento estudiantil. Al lugar llegaron policías y miembros del Ejército, con el pretexto de vigilar la seguridad; no obstante, asistió otro batallón que fue el parteaguas para que se diera comienzo al ataque: El batallón Olimpia, quienes para no ser detectados, vistieron de civiles y portaron un guante o pañuelo blanco en la mano.
Los integrantes del batallón Olimpia se infiltraron en el edificio Chihuahua del conjunto habitacional Tlatelolco, en donde estuvieron esperando la hora señalada para comenzar el ataque. Antes de las 6:00 de la tarde, cuando el mitin estaba por finalizar, un helicóptero comenzó a sobrevolar la plaza y lanzó bengalas al aire. Esa era la señal.
Quienes se encontraban en la plaza, terminando el mitin, escucharon los disparos que parecían venir de todos lados, por lo que corrieron despavoridos para resguardarse de las balas, gritando por ayuda al ver como caían sus compañeros al ser alcanzados por las armas, mientras que otros se fueron hacia los edificios, pidiendo a que los inquilinos que los protegieran.
Algunas personas no les abrían ante el temor de que también pudieran tomar represalias contra ellos, mientras que otros resguardaron a los estudiantes mientras les fue posible, puesto que algunos soldados irrumpieron en cada uno de los departamentos para capturar a los jóvenes que se habían ocultado. A quienes detuvieron, los sometieron a golpes y tortura en los pasillos de los edificios cercanos, a otros los trasladaron al Campo militar y al Palacio de Lecumberri, donde varios desaparecieron.
Tras el ataque armado, la versión oficial que se manejó por ese entonces fue que dos instituciones tuvieron conflictos durante la manifestación, se llegó a la violencia y las fuerzas armadas tuvieron que intervenir, dando un saldo oficial de 26 muertos, así como mil 43 detenidos y 100 heridos. Sin embargo, tras las denuncias con el paso de los años y el recuento que se realizó con los diversos testimonios y la apertura de archivos y expedientes sobre aquel movimiento, hasta el momento se sabe que hubo alrededor de 350 muertes y más de dos mil detenidos.
Películas, documentales y canciones han recreado este hecho para saber qué pasó realmente en ese evento trágico que cobró la vida de cientos de estudiantes que realizaban un mitin en la Plaza y fueron reprimidos por el gobierno.

Escritores como Carlos Monsiváis, Elena Poniatowska y Octavio Paz han sacado obras con las que intentan explicar los hechos del 2 de octubre, siendo la más conocida “La noche Tlatelolco”, de Poniatowska, mientras que cantautores y grupos como Caifanes, Maldita Vecindad y Fernando Delgadillo han plasmado en sus letras las preguntas en torno a lo ocurrido aquella fatídica noche.
Además, se han filmado diversas películas como “Rojo Amanecer”, que fue censurada en su momento por la crudeza con que relata la masacre de los estudiantes que se fueron a esconder en los departamentos de los edificios cercanos; “El Grito”, documental que graba los acontecimientos importantes del movimiento estudiantil de 1968; “Tlatelolco, verano del 68”, película donde a través de una pareja joven vemos como se suscitan los hechos del movimiento estudiantil hasta lo ocurrido el 2 de otubre; “Borrar de la memoria”, donde un periodista busca aclarar que pasó realmente esa noche a 40 años del suceso; y la más reciente, “No nos moverán”, donde una mujer busca al soldado que mató a su hermano durante la masacre estudiantil de 1968 con el fin de vengarse como un acto de justicia.