*Redacción*
La mañana del sábado 14 de octubre, la Luna se interpondrá entre el Sol y la Tierra, dando lugar a un eclipse anular que será visible en una franja de 200 kilómetros de ancho que recorrerá el continente americano, pasando por Estados Unidos, México, Centroamérica, Colombia y Brasil.
A diferencia de los eclipses totales de Sol, durante un eclipse anular la Luna se encuentra más lejos de nuestro planeta y, por lo tanto, su tamaño aparente es menor al del disco solar, será incapaz de cubrirlo en su totalidad y provocar una oscuridad momentánea.
El punto máximo de los eclipses anulares es posible observar durante algunos minutos un ‘anillo de fuego’, producto del disco solar sobresaliendo alrededor de la Luna, que continúa inmersa en la oscuridad.
En México, producirá un ‘anillo de fuego’ visible desde la península de Yucatán. En el resto del país, el fenómeno se podrá observar como un eclipse parcial de Sol, que alcanzará una duración máxima de cuatro minutos y medio.
Para la Ciudad de México y Estados de México, el inició comenzará a las 09:36 horas y terminará a las 11:08 horas, con un oscurecimiento del 68 por ciento. Cabe recordar que no es seguro mirar directamente al sol sin la protección ocular adecuada.
Los rayos solares pueden atravesar y dañar el filtro de los dispositivos, causando daños severos a los ojos, incluso si no se siente dolor. En algunos casos son irreversibles y pueden causar un tipo de ceguera retinopatía solar.
Si no tienes anteojos para eclipses ni un visor solar de mano, puedes usar un método de observación indirecta, que no requiere mirar directamente al Sol. Explica la NASA, que consiste en una caja con un agujero perforado con un alfiler.
Con el Sol a tu espalda, puedes ver con seguridad la imagen proyectada del Sol sobre la caja. Nunca se debe observar por el agujero.
La retinopatía solar es una lesión en la retina que es provocada por la observación directa al sol por un periodo de tiempo excesivo sin protección ocular, durante un eclipse solar o en un día normal. Algunos de los síntomas son: disminución de la visión, metamorfopsias, fotofobia, discromatopsia, escotomas, cefaleas o dolor.
Después de este sábado, “el anillo de fuego” se volverá a registrar el 9 de noviembre de 2292, dentro de 269 años. El 10 de mayo de 1994 fue cuando se pudo observar desde México un eclipse de este tipo, es decir, han pasado 29 años.
