Este fin de semana el programa “Espíritu Deportivo” dedicó su emisión a los deportes autóctonos y tradicionales, con el objetivo de conocer su historia y saber cómo conservarlos en la actualidad, esto como parte de las actividades que desarrolla la Secretaría de Cultura y Turismo en el Festival del Quinto Sol.
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Durante la emisión se contó con la participación de Ana Claudia Collado, presidenta de la Federación Mexicana de Juegos y Deportes Autóctonos y Tradicionales, quien especificó que la intención de ésta es promover, preservar y difundir dichas actividades en el país.
“El juego autóctono es el propio originario de algún lugar en específico que no se ha visto modificado o alterado con el paso del tiempo; cabe mencionar que los juegos autóctonos se encuentran por regiones, como en el norte de la República, en la región rarámuri, en Chihuahua, así como los juegos autóctonos de las comunidades indígenas. Además de los diversos juegos de pelota, que también son juegos autóctonos y que se difunden en diversas regiones, con materiales que son en el caso del juego de pelota hecha de caucho, materiales que son de origen autóctono, de origen americano, que también ha sido una colaboración muy importante de México al mundo.”, señaló.
La responsable del deporte autóctono en el país indicó que se tienen registradas aproximadamente 130 actividades, entre las que destacó en el aspecto deportivo la Pelota Mixteca, que ha tenido un repunte de carácter migratorio. Además, mencionó el juego de la Pelota purépecha, uarukua chanakua, la cual se ha extendido a diferentes regiones, teniendo como resultado una institucionalización de la actividad, que ahora tiene un reconocimiento social, así como un reglamento, por lo que ahora ya se practica en 10 entidades de la República mexicana.
Collado consideró que el proceso no es fácil, puntualizó que estos juegos se han construido desde hace dos décadas, tiempo en el que estas prácticas han sido reconocidas por el estado como una actividad deportiva, lo cual era el propósito de la Federación, que se reconocieran como una actividad lúdica o como el génesis de la cultura deportiva de los pueblos mesoamericanos.