Día Mundial de la Vaquita Marina: especie endémica de México y de las más amenazadas

*Redacción*

Foto: Especial

La vaquita marina, una especie endémica de México que es considerada como el mamífero marino más amenazado del planeta, es conmemorada este 5 de septiembre con el fin de reflexionar acerca de la crítica situación que vive esta especie en peligro crítico de extinción, puesto que, de acuerdo con estimaciones recientes, hay menos de 20 individuos.

El único hábitat en que habita, ubicado al norte del Golfo de California, constantemente es amenazado por la pesca ilegal de totoaba, un pez que tiene un alto valor en el mercado negro asiático, por lo que las redes colocadas por los traficantes de esta especial han causado la muerte de muchas vaquitas marinas, quienes quedan atrapadas y mueren ahogadas.

Aunque la pesca de totoaba está prohibida, el tráfico ilegal persiste, por lo que el Día Internacional de la Vaquita Marina sirve como espacio de reflexión y acción para fortalecer la conciencia pública y presionar a los gobiernos involucrados en la protección de la vaquita marina para que apliquen leyes con mayor rigor contra la pesca ilegal y fomenten alternativas sostenibles para los pescadores locales.

La vaquita marina es considerada el cetáceo más pequeño del mundo, puesto que los adultos miden entre 1,2 y 1,5 metros y pesan entre 30 y 55 kg, lo que la hace considerablemente más pequeña que la mayoría de los delfines. Si bien es un mamífero cercano a los delfines, a diferencia de ellos son una especie tímida, ya que no se acerca a las embarcaciones y rara vez salta fuera del agua.

Para comunicarse, utiliza sonidos de alta frecuencia para comunicarse y desplazarse usando la ecolocación; de hecho, se mueve de forma lenta y generalmente solitaria, salvo cuando una hembra está acompañada de su cría o, en raras ocasiones, en pequeños grupos familiares. Es la única marsopa que habita en aguas cálidas.

Su dieta consiste principalmente en peces y calamares que habitan las aguas poco profundas del alto Golfo de California, no más a 30 kilómetros de la costa, donde buscan alimentos cerca de estuarios y lagunas, donde pueden encontrar fácilmente los peces y cefalópodos de los que se alimentan.

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