Tres sismos, una misma fecha y una cicatriz en la historia de México

*Gaby L.C. *

Foto: Especial.

Tres sismos, una misma fecha y una cicatriz en la historia de México, es lo que se recuerda cada 19 de septiembre, fecha fatídica para los mexicanos, un día de luto pero también de reflexión y prevención. Coincidencia o no , en tres años distintos –1985, 2017 y 2022- el país registró fuertes sismos, que en conjunto, cobraron miles de vida, y es que aunque estos se registran casi todos los días en diferentes puntos de la República Mexicana, dos de esos tres movimientos telúricos marcaron la historia de México.

La historia nos dice que desde 1985, en este mes de septiembre, se han registrado cinco sismos con magnitud mayor o igual a 7. Cronológicamente corresponden con los eventos registrados el 19 y 20 de septiembre de 1985 en las costas de Michoacán y Guerrero (magnitudes 8.1 y 7.6, respectivamente); 7 y 19 de septiembre de 2017 en el golfo de Tehuantepec y centro de México (magnitudes 8.2 y 7.1, respectivamente); y 7 de septiembre de 2021 en las costas de Guerrero (magnitud 7.1).

Derivado de ello, el pensamiento colectivo tiene la creencia de que septiembre es el mes de los sismos; sin embargo, especialistas resaltan que esto es una casualidad y coincidencia, datos del Servicio Sismológico Nacional revela que los meses de junio, julio y diciembre, son donde se han registrado mayores movimientos sísmicos de magnitud 6 grados o más desde 1900 a 2022.

Esto se debe a que, México se ubica en una región geológicamente activa, donde se unen cinco placas tectónicas, que hace algunas zonas susceptibles a sismos constantes; es por ello que, cada 19 de septiembre, México conmemora el Día Nacional de la Protección Civil e incluye un megasimulacro para mejorar la preparación de la sociedad frente a un evento de estas características.

Fue el 19 de septiembre de 1985, fecha donde México fue víctima de uno de los sismos con mayor magnitud de 8.1 grados a las 07.19 horas con una duración de un minuto y mediohoy se cumplen 40 años-. Ante la parálisis y reacción tardía de los gobiernos a la tragedia, fue la población civil quien se organizó para ayudar a sus hermanos en desgracia.

Con sus manos o con lo que tenían cerca, comenzaron a retirar los escombros para rescatar a las víctimas que quedaron atrapados tras el colapso de varios edificios; ese día, miles de mexicanos durmieron en las calles por el temor a que hubiera una réplica y que aquellos edificios que habían quedado en pie con severos daños cayeran.

En efecto, la réplica de ese gran terremoto que ya había dejado miles de muertos y heridos, se registró al siguiente día, de 7.9 a las 19:38 horas del 20 de septiembre; este sismo hizo que los edificios con severos daños que habían logrado permanecer de pie en el primer sismo, cayeran, provocando aún más el pánico entre la ciudadanía, y por ende, más víctimas mortales que fueron incuantificables.

Pese a la magnitud de la tragedia, el gobierno de Miguel de la Madrid solo reconoció entre seis y siete mil personas fallecidas, cifra que contrasta con lo reportado por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) quien contabilizó 26 mil víctimas mortales. Por su parte, las organizaciones de damnificados calcularon en 35 mil los muertos, pero aquellos sobrevivientes, sostienen que está podría incluso ser más alta, hubo personas desaparecidas que jamás fueron localizadas.

En las crónicas y relatos de testigos, se afirma que en el ambiente de la capital mexicana se respiraba el “olor a muerto” debido a la cantidad de personas que quedaron bajo los escombros, pues los equipos de emergencia no se daban abasto para atender todos las edificaciones colapsadas. A cuarenta años de distancia, la cifra exacta de víctimas mortales sigue sin esclarecerse.

Tres décadas después, el 19 de septiembre de 2017, justo en un aniversario más de aquel sismo de 1985–, a las 13 horas con 14 minutos, ocurrió un terremoto de 7.1 grados de magnitud, cuyo epicentro estuvo a 12 kilómetros de Axochiapan, Morelos. Aunque de menos magnitud, fue un temblor con ampliar capacidad destructiva, no solo por el colapso de edificaciones en la Ciudad de México, sino por sus afectaciones severas en varios estados como Guerrero, Chiapas, Puebla, Estado de México y Oaxaca. Este movimiento dejó aparentemente un saldo de 319 decesos; Ciudad de México, Morelos, Puebla, Estado de México, Guerrero y Oaxaca reportaron 228, 74, 45, 15, 6 y 1 decesos; respectivamente.

El 19 de septiembre de 2022 la historia se repitió: México fue sacudido de nuevo por un fuerte sismo, al igual que sucedió en 1985 y 2017. La magnitud fue de 7.6. Pese a que causó menos daños estructurales que los anteriores, el temblor remeció con gran fuerza a la CDMX. Según cifras oficiales, por este sismo fallecieron dos personas y 10 resultaron heridas. Asimismo, la mayor afectación se registró en los estados de Colima y Michoacán.

Derivado de ello, en la actualidad de han implementado sistemas de alerta sísmica, desde altavoces hasta mensajes de texto con sonido en los teléfonos celulares de los ciudadanos, así como la creación de programas para fomentar la cultura de la prevención desde las escuelas y centros de trabajo con el objetivo de preparar a la población ante fututos eventos que han provocado la muerte de miles de personas.

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