Pedir calaverita; así surgió esta divertida tradición

*Gaby L.C.*

Foto: Especial.

Cuando llega la época del Día de Muertos, una de las costumbres más entrañables es que los niños salen a pedir su “calaverita”, una de las tradiciones preferidas por la niñez y el botín más deseado suelen ser los dulces. Pero, ¿por qué se hace y desde cuándo ocurre?

Es una tradición que parece alegre, divertida y a la vez profundamente simbólica. Lo que puede parecer un juego inspirado quizá en el “truco o trato” de Halloween, es en realidad una costumbre con múltiples raíces: sociales, religiosas, culturales e históricas de nuestro país, México. 

Algunos investigadores señalan que pedir calaverita se vincula con la denominada “caridad funeraria” en la época colonial en México. Según registros antiguos, esta tradición está relacionada con la idea de que los más pobres pedían ‘algo’ para que su ofrenda a los difuntos pudiera estar presente. Conforme ha pasado el tiempo, el modo de realizar esta tradición se ha transformado y en cada zona puede variar. 

Otros creen que proviene de la época prehispánica cuando un niño huérfano macehual (en lengua náhuatl se refería a la clase media, debajo de los nobles y por encima de los pobres) al no tener comida para su ofrenda, se pintó la cara y salió a pedirla y la gente le dio pan, frutas y dulces para sus difuntos. 

Los niños durante la época colonial utilizaban una calavera hecha de chilacayote o calabaza, en el interior se le ponía una vela. En el siglo XX se acostumbraba a llevar una caja y en la actualidad salen con calaveras de plástico debido a la mezcla con la celebración del Halloween de Estados Unidos; por lo que, historiadores resaltan que para seguir preservando la cultura debe sugerirse la calabaza tradicional. 

También recita, pequeñas rimas improvisadas o aprendidas, por ejemplo: “el muerto pide camote, si no le dan se le cae el bigote” o “la viuda pide ayuda para su pobre criatura”, “ya se va la calavera, muy agradecida, porque en esta casa fue bien recibida”, pero si no les dan “ya se va la calavera, muy desconsolada, porque en esta casa no le dieron nada”.

Así que, la costumbre mexicana señala que la fecha oficial para que los niños salgan disfrazados a pedir calaverita es el 1 de noviembre, el Día de Todos los Santos. Sin embargo, bajo la influencia del Halloween algunas personas se anticipan y salen desde el 31 de octubre, y, en algunos casos, incluso lo extienden hasta el 2 de noviembre.

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