*Redacción*
Dentro de la historia de la danza mexicana se destacó una mujer con la preocupación por rescatar y promover las danzas indígenas a través de sus coreografías: Francisca Moya Luna, mejor conocida en el ámbito cultural como Nellie Campobello, bailarina, coreógrafa y escritora que se dedicó a la investigación y la enseñanza del baile autóctono mexicano.
Considerada narradora de la Revolución Mexicana y precursora del ballet en México, donde obtuvo un papel sobresaliente en un momento histórico en el que las mujeres no estaban presentes en los cambios sociales.
Nellie Campobello nació el 7 de noviembre de 1900 en Villa Ocampo en Durango, fue bautizada como Francisca Ernestina Moya Luna. Su nombre artístico se cree que fue tomado de una mascota de su madre y que se llamaba ‘Nellie’ y el de Campobello de su padrastro Jesús Campbell Morton.
Impulsada por sus deseos de superación, viajó a Parral, Chihuahua, donde comenzó su formación en el mundo de las letras. Después de trasladarse a la capital del estado viajó a Laredo, Texas. A los 18 años demostró profesionalmente su talento no sólo en el ámbito literario, sino en la danza.
Derivado de esto, el presidente Lázaro Cárdenas le encomendó una coreografía que representara la conmemoración de la Revolución Mexicana y así, en noviembre de 1931, Campobello presentó el ‘Ballet 30-30’ en el Estadio Nacional.
Cabe señalar que, en 1938, la Escuela de Danza pasó a ser Escuela Nacional de Danza, y posteriormente, como reconocimiento a las hermanas Campobello se le nombró Escuela Nacional de Danza Nellie y Gloria Campobello del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. Nellie fue directora por más de cuatro décadas en esta institución.
También destacó en la literatura, es por ello que se le conoce como “La Narradora de la Revolución Mexicana”, con la publicación de su libro ‘Cartucho, relatos de la lucha en el norte de México’, donde cuenta en voz infantil, la historia de la Revolución donde destaca el papel de las mujeres en dicho conflicto.
Otra de las obras más sobresalientes es, Las manos de mamá, un relato dedicado a su madre en 1937 que trata sobre la educación de los hijos en tiempo de guerra.
Pero su vida acabo en su misteriosa muerte, a sus 84 años desapareció de la vida pública, desaparecida desde 1986 hasta 1999 fecha donde se dio a conocer derivado de una investigación, que la mujer había fallecido un 9 de julio de 1986, en el estado de Hidalgo, donde fue secuestrada por una pareja, Claudio Niño Cienfuentes y su esposa, una exalumna de Campobello, María Cristina Belmont quienes la obligaron a firmar un testamento para que ellos cobraron su pensión.
Sin embargo, muchas cosas se han dicho acerca de su desaparición a lo largo de 13 años y sobre su muerte. Lo único cierto es que fue una mujer clave para la revaloración del folclor en México y la literatura.