*Redacción Diario Evolución*
“21 para el 21” es el nuevo plan de lectura impulsado por el Fondo de Cultura Económica (FCE), el cual consta precisamente de ese número de libros para fomentar el ejercicio y la práctica de lectura sobre todo en los jóvenes, las nuevas generaciones, que a decir del director general del Fondo, Paco Ignacio Taibo II, son el público que deben acercarse a la lectura y hacer de ello una actividad cotidiana.
La colección “21 para el 21” tiene que ver con el aniversario de los 700 años de fundación de México-Tenochtitlán, la Invasión Extranjera y la Independencia, de acuerdo con el gobierno federal, por ello Paco Ignacio Taibo se dio a la tarea de escoger, en un arduo trabajo con su equipo, las 21 obras que van de historia, crónica y literatura, formando parte de la estrategia “República de Lectores”, los cuales son:
- La revolución de Independencia, Luis Villoro
- Canek, Emilio Abreu
- Muerte en el bosque, Amparo Dávila
- Banún Canán, Rosario Castellanos
- Libro Rojo de la Independencia, Vicente Riva Palacio y Manuel Payno
- La breve Historia de la Guerra con los EU, José C. Valadés
- Tomóchic, Heriberto Frías
- Tiene la noche un árbol, Guadalupe Dueñas
- Antología de la poesía mexicana del siglo XIX
- Y matarazo no llamó…, Elena Garro
- Tiempo de ladrones, Emilio Carballido
- El río subterráneo, Inés Arredondo
- Los de abajo, Mariano Azuela
- El libro vacío, Josefina Vicens
- Noticias gráficas de insurgentes apodados, Elías Amador
- El laberinto de la soledad, Octavio Paz
- Apocalipstick, Carlos Monsiváis
- Pueblo en vilo, Luis González y González
- Paseo de la Reforma, Elena Poniatowska
- Crónica de amor, de historia y de guerra, Guillermo Prieto
- La sombra del caudillo, Martín Luis Guzmán
Taibo II detalló que los 21 títulos de “escritores descatadísimos” constan de 100 mil ejemplares cada uno y el costo unitario es de 21 pesos; siendo el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado quien financió la estrategia, la cual costó alrededor de 45 millones de pesos los cuales se repartieron entre gastos de impresión, derechos de autor y permisos.
La distribución de los libros llevará tiempo, pues tiene como destino predominante llagar a librobuses, bibliotecas, universidades rurales, centros de secundaria y otras instituciones de educación, “queremos ir al detalle, a la esquina, a la escuela perdida, va a tomar tiempo ir construyendo las redes”, dijo el director de FCE. También se tienen contemplados a mandos de la milicia, maestros jubilados y escuelas normales.