Casi 200 años después de que los jesuitas fueron obligados a abandonar sus paredes, el antiguo Colegio de San Francisco Javier, en Tepotzotlán, Estado de México, se convirtió en el espacio idóneo para albergar el Museo Nacional del Virreinato (MNV), cuya vocación es brindar luz sobre ese largo periodo que es la simiente de la identidad mexicana.
Desde que abriera sus puertas el 19 de septiembre de 1964, este recinto, adscrito al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se ha mantenido como un punto de encuentro con los tres siglos en los que, bajo el dominio de la Corona española, surgió una sociedad variopinta, rica en sus expresiones y en su territorio, del que salieron gran cantidad de saberes, recursos minerales y productos desconocidos para el mundo.
En el marco del 57 aniversario del MNV, su directora, María Amparo Clausell Arroyo, puntualiza la necesidad de contar con un lugar que narre los mestizajes que se dieron en la Nueva España, no solo entre extremeños e indígenas, sino también con poblaciones venidas de Asia y África, lo que implicó el intercambio de culturas distintas y una revolución del conocimiento.
“Los extravíos de la memoria colectiva no deben llevarnos a olvidar estos tres siglos en los que, como virreinato, también fuimos grandes. Nuestro territorio siempre ha sido un crisol, desde las milenarias civilizaciones que poblaron Mesoamérica, hasta la misma Nueva España, bajo una perspectiva globalizante”, expresa la historiadora.
En este 2021, cuando se conmemoran los 500 años de la toma de México-Tenochtitlan y el Bicentenario de la Consumación de la Independencia, el MNV prepara la muestra Terrenal y espiritual. Esplandores novohispanos, la cual reunirá más de 40 obras, en su mayoría provenientes de sus colecciones en repositorio, por lo que son inéditas para el público.
Entre las piezas a mostrar a partir de la tercera semana de octubre, están elementos para la liturgia como copones y custodias de oro y plata, algunos con aderezos de coral y concha nácar. Como el reverso de una misma moneda, a esta parte que revela el peso de la vida religiosa en el virreinato, se presentará también la vida cotidiana a través de ambientaciones que echan mano de retratos, mobiliario, vestuario y enseres de la época, con énfasis en el siglo XVIII.
“Vamos a recrear la vida cotidiana novohispana, con la grandeza de ese tiempo”, señala María Amparo Clausell, quien hace cuatro meses tomó la dirección del MNV, en los que además de dar cauce a exhibiciones propias, también ha gestionado el préstamo de obra de sus acervos, entre ellos, el Salvator Mundi o Pantocrátor, mosaico considerado una de las piezas más importantes de arte plumario mexicano del siglo XVI; un cuadro de castas, ocho tablas pintadas y enconchadas de gran formato, etcétera, para otras muestras, como las que alistan los museos Nacional de Antropología y Franz Mayer, a propósito de las conmemoraciones de 2021.
La historiadora recuerda la restauración del Colegio de San Francisco Javier de Tepotzotlán, efectuada por el entonces presidente Adolfo López Mateos, para dar lugar al Museo Nacional del Virreinato. Se trató, dice, de una labor titánica si se consideran sus tres hectáreas de construcción y un área similar de huerto.
Un espacio inmenso requiere además de mantenimiento constante, al respecto, indica que realizó la gestión del seguro institucional para intervenir una esquina de la sacristía del Templo de San Francisco Javier, afectada por las lluvias. La humedad acumulada en esta zona ponía en riesgo una escena de la obra Inmaculada Concepción, de más de 5 m, autoría del pintor novohispano Miguel Cabrera. Con la pronta atención de dicho espacio, se pondrán también a salvo otras valiosas pinturas: Última Cena, Pascua Judía y Triunfo de la Iglesia y de la Fe.
Clausell comenta que la contingencia sanitaria propició el mayor uso de las nuevas tecnologías, de modo que a través de las redes sociales del MNV se mantuvo el contacto con el público, y adelanta que se dará paso a la actualización del cedulario mediante la incorporación de recursos como códigos QR.
En el marco de la campaña “Volver a verte”, de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, el Museo Nacional del Virreinato (Plaza Hidalgo No. 99, Tepotzotlán, Estado de México) espera de nuevo a los visitantes de martes a sábado, de 11:00 a 16:00 horas, siguiendo estrictos protocolos sanitarios.