Aun en la virtualidad, el público congregado en diferentes países y partes de México se desbordó para reconocer el talento desplegado durante el concierto Mujeres por la esperanza que la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) presentaron este viernes 29 de enero.
La soprano mexicana Olivia Gorra, la actriz alemana Ute Lemper, la chelista Maya Belsitzman, acompañada del baterista Matan Ephrat; Luna Abu Nassar con su música etérea y la cantautora de la República de Benín, Angélique Kidjo, a invitación de la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, se sumaron a este primer concierto del ciclo Canto por la Esperanza 2021.
Con la presentación de la actriz Adriana de la Garza, la soprano mexicana Olivia Gorra inició el concierto virtual desde la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes con canciones en conjunto con el mariachi Potros de México: Cielito lindo, de Quirino Mendoza; Cuando vuelva a tu lado, de María Grever, y México lindo y querido, de Chucho Monge, entre otras, ensalzando el romanticismo y sentimiento nacionalista de la música vernácula de México.
“Estamos en solidaridad con el mundo. De eso se trata este evento. Queremos cantar, queremos decirle que estamos muy contentos aquí. Ahí la llevamos. Así quisiéramos que en el mundo sintieran un poco más de alegría”, dijo quien, por su voz y acciones sociales a través del arte, ha recibido el reconocimiento internacional, especialmente por haber logrado una técnica vocal de bel canto que favorece el desarrollo neurológico de niños y niñas con síndrome de Down, así como en adultos mayores.
Cada una de sus interpretaciones recibía elogios, vía chat, enviados por el público que se conectó puntualmente a las 20:00 horas, como Leticia Elena Trujillo quien escribió: “! ¡Felicidades por la música mexicana!”
En su participación, desde Tel Aviv, la cantante y chelista Maya Belsitzman, acompañada del percusionista Matan Ephrat, con Veshun Sela y Mishehu mostró esa característica tesitura de voz que explayó en sus canciones con una excepcional ejecución al chelo.
Este dúo dio un giro musical cuando interpretó su versión en español de la canción Recuerdos de Ypacaraí, creación de Demetrio Ortiz y Zulema de Mirkin.
Nacida en Nazareth, Luna Abu Nassar, quien canta en hebrero y árabe, también reflejó la tesitura de su voz presentando las composiciones de su autoría: Bamshi La-oddam, para después unirse a Maya y Ephrat con Rakevet, que fue una deliciosa combinación de sonidos vocales.
Con el ritmo a piano de Bemba colorá, Angélique Kidjo dio el toque de alegría, de sabor afrocaribeño al concierto, en el cual además compartió la influencia del caribbean zouk, de la congolese rumba, así como del jazz y el góspel, en sus otras interpretaciones: Malaika, Crosseyed and painless y Afrika, esta última con letra de Kidjo y de Jean Hebrail.
Emocionada, Kidjo, quien ha ganado cuatro premios Grammy, expresó que le encantaría ver a su público para “cantar y bailar juntos” y externó su deseo de estar en la Ciudad de México agradeciendo así estar presente en el concierto:
“Muchas gracias por la solidaridad universal, al INBAL, y en especial gracias a ustedes”.
Mientras la cantante Ute Lemper, en tono de nostalgia, llevó al público en un viaje por la Europa del siglo XX con Cabaret, Lili Marleen; Schtiler, Schtiler, y La vie en rose, para cerrar su participación con Moritat von Mackie Messer, cuya letra fue escrita por Bertolt Brecht y música de Kurt Weill.
Desde la Gran Manzana, la actriz alemana, quien ha interpretado varios papeles en películas musicales, como Chicago y Cabaret, en las pausas de cada una de sus interpretaciones, hizo llamados al público para la toma de conciencia social y medioambiental expresando que en la actualidad “vivimos en un mundo que ciertamente necesita la solidaridad, la unidad, especialmente en este momento en el que todos sufrimos de la misma manera”.
Tampoco omitió hablar de la emergencia sanitaria global al expresar que “tenemos mucho por hacer y tenemos que encontrar la manera de sanar al mundo de este virus que nos ha golpeado a todos, aquí y allá. En México y aquí en Nueva York. Tenemos que iniciar un nuevo capítulo para sanear nuestro mundo, nuestro planeta. Tenemos que asegurarnos de preparar un mejor futuro para nuestros niños que quieren habitar esta tierra, felices y respirar aire puro”.
Y destacó la importancia de la sororidad celebrando a “las mujeres de este planeta, las mujeres tienen la visión y el corazón, la inteligencia, de hacer que todo sea mejor, de mantenerse juntas, cantar juntas, celebrar juntas, hacer música juntas, de vivir nuestras vidas con esa inteligencia tan especial, característica de las mujeres”.
El concierto concluyó con un memorable ensamble de voces, en la que la tecnología hizo posible transmitir el sentimiento solidario y amoroso de las cinco cantantes a través de Bésame mucho, composición internacional de la mexicana Consuelo Velázquez, como un regalo más para México y el mundo, agradeciendo también a la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del INBAL, su invitación a participar en el ciclo Canto por la esperanza.
En este esfuerzo solidario, gracias a la generosidad de las cantantes, cedieron derechos para que este concierto permanezca disponible al público hasta el domingo 31 de enero a las 20 horas, así como en otras dos retransmisiones, una el próximo 8 de marzo en el marco del Día Internacional de la Mujer, a través del Canal 22, y otra más el 16 de mayo en el marco del Día Internacional de la Convivencia en Paz.