*Eréndira Zavala C*
¡Inocente palomita que te dejaste engañar, sabiendo que en este día nada se puede prestar! Una frase que me parece, muchos -o casi todos- la hemos escuchado después de alguna broma en la que hemos caído el 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes.
En esta fecha se acostumbra hacer bromas a familiares y amigos, pese a la crueldad de su origen: la matanza de niños menores de dos años que se encontraran en Belén, ordenada por el rey Herodes I el Grande, con el propósito de eliminar al recién nacido Jesús de Nazaret. De ahí su nombre de santos inocentes, niños pequeños incapaces de cometer pecado alguno.
Cuenta la historia que en el siglo VIII a.C. el profeta Miqueas había anunciado la llegada del “rey de los judíos” que nacería en Belén. Entonces Herodes, implacable con sus enemigos y buscando evitar que el usurpador anunciado creciera, decidió matar a los bebés menores de 2 años, si bien Jesús sobrevivió pues sus padres huyeron a tiempo. No obstante, se cree que esta historia es un mito, leyenda, exageración o malinterpretación de otro suceso bíblico. Algunos historiadores suponen que se asoció con la Fiesta de los locos, que se llevaba a cabo entre Navidad y Año Nuevo en la Edad Media, celebrada por clérigos jóvenes en fiestas carnavalescas e irreverentes, con juegos, bebidas, canciones sarcásticas, castigos graciosos y parodias a los sacerdotes, para expresar la inconformidad y protestar con burlas por la situación que vivían dentro de las iglesias.
Aunque no se sabe el origen exacto de este festejo, se considera que es bastante antiguo y se lleva a cabo en Hispanoamérica y España, y es similar al April Fool’s Day que se celebra el 1 de abril en países como Polonia, Francia, Finlandia, Austria, Australia, Alemania, Italia, Bélgica, Reino Unido, Portugal, Estados Unidos y Canadá.
Por ejemplo, en nuestro país se hacen bromas pesadas a las personas y se llevan ofrendas y comida al niño Jesús; en España se realiza la Gala Inocente, evento para recaudar fondos en beneficio de organizaciones que apoyan problemas infantiles; en Guatemala se suelen realizar bromas a aquellas personas que ignoran esta fecha; en Venezuela se lleva a cabo la fiesta de Los Zaragozas, una celebración del pueblo de Sanare con bailes de disfraces para evitar ser identificados; en El Salvador, en la localidad de Antiguo Cuscatlán en la Iglesia de los Santos Niños Inocentes, muchos viajan para llevar canastas con imágenes de niños en agradecimiento a sus nacimientos.
Así que este 28 de diciembre, conmemora, diviértete y ten cuidado de que te digan ¡Inocente!