*Redacción*
El sector taurino en México está preocupado ya que la contingencia sanitaria por el coronavirus ha paralizado prácticamente la fiesta brava en las plazas de toros, pero aún más grave, el momento político rumbo a las elecciones más grandes que habrá en la historia moderna del país, cuya coyuntura ha llevado a algunos “políticos” advenedizos a aprovecharla para querer prohibir la fiesta brava en espera de que esa “bandera”, la de prohibir en un país, donde el actual gobierno dice que no debe prohibir, les de mayor aceptación entre el electorado.
El Gobierno de Sinaloa informó que aprobó una ley para aniquilar la fiesta brava en el estado, donde por cierto solamente hay una plaza de toros y que, desafortunadamente, no da más de un festejo al año. Un estado en donde no se cría una sólo toro de lidia.
Sin embargo, ahí no radica la problemática sino el atropello de aquellas autoridades. De inmediato Tauromaquia Mexicana, el estamento taurino que más ha defendido la fiesta en los últimos años (similar a Fundación Toro de Lidia), envió una carta, firmada por Manuel Sescosse, ganadero fundador, al Gobernador Quirino Ordaz para expresarle su inconformidad por las anomalías que hubo para la aprobación de una ley engañosa, que va buscando el bienestar de las mascotas y de pronto incluyen en él a un toro de lidia, que desde luego, de mascota no tiene nada.
“Estamos en espera de la respuesta del señor Gobernador quien, sabemos, siempre ha defendido la pluralidad y que prevalezca la justicia en la toma de decisiones, que las minorías sean escuchadas y que todos, en mayor medida, tengan un peso específico en su estado.”, señaló el presidente de Tauromaquia Mexicana, Pepe Saborit.
Es de resaltar que existen otros sitios que también quieren tomar la fiesta brava como bandera para las elecciones, cuando en este momento debe ser prioridad la salud de los millones de mexicanos que está en grave riesgo.