La rebelión del cura Miguel Hidalgo se conoció pronto en la intendencia de Guadalajara y en todo el territorio del actual del estado de Jalisco. Las noticias se expandían rápido gracias al Camino Real de Tierra Adentro, a las rutas mineras y de rancheros e, incluso, a los peregrinos que visitaban el santuario de la Virgen de San Juan.
Tras esas primeras noticias, Jalisco se volvió uno de los puntos más importantes para las pugnas entre insurgentes y realistas, a tal grado que su geografía no conoció un solo día de paz en la década que medió entre 1810 y 1821.
Con el fin de explorar y difundir los acontecimientos ocurridos en ese territorio durante la gesta independentista, la exposición temporal 200 años de la promulgación del Plan de Iguala fue inaugurada este 11 de junio por el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, en el Museo Regional de Guadalajara.
Organizada por la Secretaría de Cultura, a través del INAH, en colaboración con la Secretaría de la Defensa Nacional, la muestra itinerante forma parte de las conmemoraciones emblemáticas que el Gobierno de México ha programado para 2021, “Año de la Grandeza y la Independencia de México”, y podrá visitarse gratuitamente hasta el próximo 24 de junio.
La exposición se integra por cinco facsimilares de banderas históricas, las cuales fueron usadas durante el movimiento independentista y hoy son resguardadas como parte de los acervos del Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec.
“Son cinco banderas que acompañaron la larga lucha popular que significó la Independencia, la primera gran transformación de México. La itinerancia del Pabellón de Banderas Históricas tiene como fin entender que entre el 24 de febrero y el 27 de septiembre de 1821 ocurrieron proclamaciones, manifestaciones o tomas de ciudades en distintas entidades de suma importancia en el proceso independentista. En el caso de Guadalajara, se rememora cuando el 13 de junio el Ejército Realista declara su independencia y adhesión al Plan de Iguala”, explicó el titular del INAH en la apertura de la muestra.
Destacó que el eje de las conmemoraciones emblemáticas del Gobierno de México es el bicentenario de la Consumación de la Independencia, “un acto festivo y de enorme solemnidad cívica, porque nos hemos formado en una identidad nacional y, por lo tanto, en la capacidad de encontrar en los símbolos patrios nuestro orgullo y pertenencia como nación pluricultural”.
Finalmente, Diego Prieto aseguró que si bien la libertad de México inició aquel 27 de septiembre, “se trata de una libertad que no ha sido sencilla, que ha estado acompañada de intervenciones extranjeras, de guerras internas y de otras transformaciones. A 200 años, este país libre sigue pugnando por una mayor justicia, una mejor democracia y una vida más plena para todos los ciudadanos en igualdad de circunstancias”.
Cinco lábaros patrios
La enseña que abre la muestra es la bandera de Ignacio Allende, confeccionada en 1810. Continúa con el estandarte Viva María Santísima de Guadalupe (ca. 1810-1811); la bandera El Doliente de Hidalgo (1812), diseñada por el teólogo insurgente José María Cos para rendir homenaje al cura Miguel Hidalgo en los meses posteriores a su ejecución; la enseña del Regimiento de Infantería de San Fernando (1812–1814), del ejército de José María Morelos y Pavón; y la bandera de la Infantería Provisional de Puebla del Ejército Trigarante (1821).
Como en cada una de sus anteriores sedes en distintas ciudades mexicanas, los contenidos de la exhibición son adaptados a cada una de estas por especialistas de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones del INAH, a fin de pormenorizar al público local los acontecimientos ocurridos, en este caso, en Jalisco, durante la citada década del movimiento independentista.
En este sentido, se da cuenta de los dos primeros grupos de insurgentes: uno, liderado en la región de Los Altos por Ignacio Navarro, Miguel Gómez Portugal, José María González Hermosillo y Toribio Huidobro; y otro, encabezado por José Antonio “el Amo” Torres, quien avanzó a Guadalajara desde el sur, tomando pueblos como Chapala, Sahuayo, Tizapán el Alto, Atoyac y Zacoalco, en noviembre de 1810.
Otros episodios referidos son la estadía del cura Hidalgo en Guadalajara, durante la cual realizó actos políticos de gran trascendencia, como los decretos que suprimían la esclavitud y el pago de tributos; así como la derrota que el grupo insurgente sufrió, a manos de Félix María Calleja, quien les opuso resistencia en la Batalla del Puente de Calderón, el 17 de enero de 1811.
Los cedularios del último apartado de la instalación detallan las adhesiones que el Plan de Iguala ganó entre beligerantes como Pedro Celestino Negrete, Eduardo Laris y José Antonio de Andrade, quienes hacia junio de 1821 entraron vitoreados a la plaza mayor de Guadalajara.
La muestra temporal 200 años de la promulgación del Plan de Iguala se exhibe en el Museo Regional de Guadalajara (Liceo No. 60, Centro Histórico de Guadalajara), de martes a domingo, de las 11:00 a las 17:00 horas. El aforo máximo es 15 personas por recorrido, por lo cual el uso del cubrebocas es obligatorio, y se exhorta a seguir las indicaciones del personal del recinto, a fin de prevenir contagios de la COVID-19.