Miembro fundador del Salón de la Plástica Mexicana y con gran inclinación hacia el tema del paisaje, Manuel Echauri desarrolló una obra centrada en motivos urbanos y regionales. La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través del Museo Nacional de Arte (Munal), recuerdan al pintor y grabador a 20 años de su fallecimiento (29 de junio de 2001).
El Munal alberga algunas de sus piezas más significativas, entre las que destacan Barrio de Tacubaya y Ladrillera. Esta última data de 1954, y en ella Echauri maneja de forma extraordinaria el claroscuro, en la que contrastan las tonalidades blancas y negras que proyectan efectos de altorrelieve. La investigadora Laura González Matute explica que mediante la técnica del linóleo plasma un paisaje rural, pleno de recursos puntillistas y utiliza la línea recta y curva con la finalidad de conseguir una excelente evocación de tejados, chozas, puentes y árboles frondosos, coronados por ondulantes nubarrones.
En un afán por ofrecer un testimonio gráfico sobre esta manufactura, pinta diversos personajes que se afanan por llevar a cabo el apilamiento de rasillas y el acarreo del barro, lo que resulta en una obra de connotaciones histórico-testimoniales.
Por otro lado, en Barrio de Tacubaya, linóleo realizado en 1957, se muestra una evocación rural de la otrora zona agrícola, limitada por los terrenos de la actual colonia Condesa. En la imagen se observa a los campesinos durante sus faenas delante del caserío y el puente que corresponde al actual emplazamiento de las avenidas Constituyentes y José Vasconcelos.
Los primeros trabajos de Echauri se distinguieron por poseer cierta tendencia naíf y espontánea, hasta consolidarse en los años treinta, tiempo en el que desarrolla con gran destreza una temática centrada en motivos urbanos y regionales.
El artista plástico Fernando Leal Audirac explica que en ese tiempo Echauri absorbió la influencia de su maestro Tamiji Kitagawa, introductor en México de la técnica japonesa de grabado en madera.
Manuel Echauri Villaseñor nació el 24 de diciembre de 1914 en la Ciudad de México. En 1928 ingresó a la Escuela de Pintura al Aire Libre en Tlalpan para iniciar sus estudios de pintura y grabado bajo la directriz de Francisco Díaz de León. Ahí realizó numerosos grabados y dibujos de corte primitivista e infantil, y pudo experimentar una gran dosis de libertad plástica con ecos de la llamada Escuela de Barbizon, precursora del plenairismo.
Al concluir este ciclo, prosiguió sus estudios en la Academia de San Carlos, donde se formó al lado de reconocidos artistas y maestros como Alberto Beltrán, Isidoro Ocampo, Lola Cueto, Federico Cantú, Abelardo Ávila, entre otros. Fue miembro fundador del Salón de la Plástica Mexicana (1949), institución dedicada a la promoción del arte moderno mexicano.
Según el pintor, “el paisajista requiere de un lenguaje propio que va más allá de plasmar lo que ve. Mientras el artista tiene la obligación de delinear trazos y colores que expresen su visión del mundo, el espectador debe adquirir la conciencia de lo que implica la creación de una obra”.
Manuel Echauri falleció en la Ciudad de México el 29 de junio de 2001.