Por: Sofia Rosales
CIUDAD DE MÉXICO, julio 12 (TRADICIÓN ES CULTURA).- Durante años, artistas, curadoras e investigadoras, han formulado desde el arte, la escritura, la historia y la crítica del arte, la academia, la fotografía y la edición preguntas, formas de pensamiento y metodologías en torno de género, feminismos, lenguaje e inclusión en sociedades como las de América Latina donde son cotidianas la violencia patriarcal, la perpetuación de roles heredados y los mandatos cis heteronormativos.
Ellas cuentan que esas preguntas y acciones surgidas en espacios del arte, la academia y el activismo, las han llevado a encontrarse y trabajar juntas en busca de producir pensamiento y generar cambios. Así, por años han surgido libros, proyectos, exposiciones, colectivos. La más reciente de esas acciones se llama Mutua y su meta es la pedagogía. Mutua se concibe como una Comunidad Experimental de Arte y Saberes Feministas.
Cerrucha, Lorena Wolffer, Vivian Abenshushan, María Laura Rosa, Mónica Mayer, Magali Lara, María Minera y Mónica Nepote integran este proyecto que ellas conciben como un espacio horizontal, y al que prefieren no llamar escuela porque, recalcan, se quieren apartar de la academia tan rígida y proponer espacios de encuentro en torno de esas metodologías que han desarrollado por años con una premisa de horizontalidad, y pensando en aprender juntas, revisar, repensar; está abierta a todxs y concibe el aprendizaje bajo otras formas, como la conversación, el afecto, el encuentro.
Mutua incluirá las que ellas llaman una serie de “laboratorias” —teóricas, críticas, de haceres y experimentación— donde una o dos de las integrantes de la plataforma estarán trabajando con las personas que se inscriban. Para inscribirse no hay que tener formación en arte ni en feminismo; sólo hay que saber hablar español.
Cada laboratoria, de las seis programadas para 2021, tiene un costo de $ 2 mil 500; con opciones: al tomar cuatro laboratorias, por ejemplo, el costo será de 8 mil pesos.
La plataforma será virtual, las “laboratorias” sucederán a lo largo de cuatro meses, desde agosto, y están programas en distintos momentos del día (el programa y detalles se puede consultar en https://www.mutua). Habrá además un ágora, los miércoles, que será un lugar de encuentro, éste sí, abierto no sólo a los que se inscriban a una o a todas las laboratorias.
Las laboratorias son: Herramientas: Despatriarcalizar el archivo; Las observadoras, con Mónica Nepote; Arte + género, con Lorena Wolffer; Arte, feminismo y pandemia, con Mónica Mayer & María Laura Rosa; Retratos de identidades periféricas, con Cerrucha; y Otras escrituras, con Vivian Abenshushan. Mutua quiere llegar a México, a América Latina, a la comunidad chicana e incluso a la comunidad lusoparlante.
La artista Lorena Wolffer cuenta que Mutua tiene como antecedentes el Frente Amplio de Trabajadorxs del Arte y la Cultura en México, constituido en 2020, y luego FrentA / Habitar la Incertidumbre. “Todas las preocupaciones del Frente y de Frenta continúan acá, en preguntas sobre cómo seguir ahora, qué queremos hacer, y cómo, aunque era el momento para transformar y moverlo todo, resulta que no se movió mucho; aun así nosotras seguimos en la lógica de pensar mundos otros y de pensar formas otras”.
La fotógrafa Cerrucha explica que han ido desarrollando sus propias metodologías, y que la idea fue decir: “juntas vamos a ser más fuertes”. E insiste: “Fue juntarnos para llegar más lejos, para hacer nuestras prácticas sostenibles. La idea es repensar todo esto juntas y juntes desde donde estemos. Hablamos de conocimientos mutuos, aprendiendo de lo que todas las personas tienen ahí que aportar”.
Para la escritora y editoria Vivian Abenshushan las pedagogías feministas tienen que ver con poner en cuestión la jerarquía, la norma, las definiciones de arte bajo ciertas coordenadas, qué sensibilidades valen y qué sensibilidades no. “Para nosotras, los cuidados, los afectos, la conversación del pequeño grupo, la escucha, son parte fundamental de esta otra forma de compartir saberes. Esa es parte de la pequeña utopía que estamos compartiendo. No es sólo reponer talleres en el muy saturado espectro de la educación digital que con pandemia se multiplicó, sino hacerlo desde ese lugar, e incluso interrogando esa saturación”.
La teórica argentina María Laura Rosa recuerda que en los últimos años, en Argentiina se ha planteado que es posible un mundo feminista, “pero para ello tiene que haber un cambio de chip radical en la pedagogía”.