*Redacción*
Los solsticios ocurren dos veces al año, se dan cuando los ejes mayores de la tierra alcanzan su mayor inclinación respecto al Sol en alguno de sus hemisferios, en esta ocasión, el 21 de junio será el “Solsticio de Verano” que marca el fin de la primavera y el inicio del verano.
Aquí es cuando el hemisferio norte estará más cerca del sol, lo cual le hará recibir mayor cantidad de luz y, por ende, nos regalará un día “más largo” de lo usual.
De acuerdo con la Nasa, el Solsticio de Verano se podrá apreciar a partir de las 04:13 horas, tiempo del centro de México. Esta estación durará 93 días y 15 horas, y terminará el 23 de septiembre, cuando comience el otoño en la Tierra.
Este día el Sol nos regalará 13 horas 24 minutos de luz, este evento provoca que la noche llegue más tarde de lo usual, siempre y cuando las condiciones del clima lo permitan, en zonas de México ha llegado la temporada de lluvias, y con ello, los cielos nublados.
No obstante, el hecho de que haya más luz, tampoco significa más calor, el primer día de verano no es el más caluroso, son los meses de julio y agosto que se registra un mayor incremento de temperatura solar.
Esto nos ha traído rituales alrededor del mundo para atraer principalmente la suerte y la energía positiva. Anteriormente, esta época estaba relacionada con la cosecha, abundancia y fertilidad.
Aquí en México, como en el caso de la primavera, están las visitas a centros ceremoniales, el que más destaca es la visita a Chichén Itzá, donde podrás observar al amanecer del 21 de junio, como el Sol iluminará los costados norte y oriente de la edificación, dejando en penumbras a los lados sur y poniente.
Otro de los lugares es Monte Albán, zonas arqueológicas acuden personas vestidas de blanco y grupos de danzantes portando instrumentos prehispánicos, mismo caso en la zona arqueológica de Teotihuacán.