*Gaby L.C*
Para invocar unión entre los pueblos y abundancia en la tierra en el estado de Oaxaca en la comunicad de San Pedro Huamelula existe la tradición de que su alcalde debe casarse con una caimán, y es sin duda, uno de los rituales más entrañables para México.
Este ritual de acuerdo con pobladores e historiadores deben llevarse a cabo de manera obligatoria anualmente en dicha comunidad, este “casamiento” protagonizado por el alcalde y la reptil significa armonía, comunidad y unidad.
Por lo que, el día de ayer 30 de junio en esta comunidad se realizó el ritual, donde el alcalde Víctor Hugo Sosa, se casó con su “novia caimán” en una colorida ceremonia, donde el edil pidió porque no les falten las lluvias, los alimentos y la unidad.
Antes del casamiento, se viste de traje de novia a la princesa por el pueblo que la recibe, y es trasladada al palacio municipal para contraer nupcias con el presidente municipal, ceremonia a cargo del líder indígena, y la unión se sella con un beso.
Esta tradición data desde hace más de 230 años, y proviene de acuerdo con historiadores del mito que “reúne a huaves y chontales” donde se dice que los chontales llegaron a la región costera de Oaxaca y entraron en disputa con la comunidad huave que habitaba en la zona, ambos pueblos poseían el “poder de propiciar lluvias o buenas cosechas”, por lo que se mantenían en una guerra constante.
Sin embargo, la hija del rey huave y el hijo del rey chontal se enamoraron y esto terminó por forzar a los reyes a llegar a un acuerdo, en el que ambos pueblos se unieron con el casamiento de los jóvenes.
Pero la representación del caimán como la figura de la hija del rey huave en la actualidad, es por que supuestamente entre los poderes de los huaves se podían convertir en animales, y el día de la boda la princesa llegó a las tierras chontales convertida en lagarto.
De ahí la tradición que hoy en día se repite de manera simbólica cada año, con la esperanza de seguir en unidad entre comunidades, y que a su vez haya abundancia, buen clima, lluvias y cosechas.