La semana de Pascua

*Eréndira Zavala C*

Foto: Ilustrativa.

Una celebración de 2000 años de antigüedad, la Semana Santa es la semana previa a la Pascua; la primera es un recuerdo de los últimos días en la vida de Jesús antes de la crucifixión, en las iglesias de todo el mundo conmemoran esta tradición con diferentes actividades. La segunda con algunas de las tradiciones modernas tiene orígenes cristianos basados en la Biblia, así como paganos de símbolos de la nueva vida.

En el cristianismo, la Pascua es una fiesta que celebra la resurrección de Jesús con servicios al amanecer o con la vigilia pascual -dependiendo de la religión que se profese-. Sin embargo, con el paso de los años, la Pascua se ha mezclado con antiguas celebraciones paganas dedicadas a la primavera, estas tradiciones populares integran en sus fiestas al Conejo de Pascua, un símbolo que ha sido conocido porque lleva huevos como símbolo del comienzo de una nueva vida.

Ahora bien, ¿por qué la Pascua tiene la figura del conejo y los huevos como su distintivo? Hasta ahora, aún no existe una respuesta concreta y fácil a esta pregunta, solamente se encuentran algunas historias que contar, por ejemplo: las liebres y los conejos fueron venerados en la mitología celta, también en las tribus nativas americanas, en las fábulas de África Central, entre otras. Según el folclore británico, las brujas pueden transformarse en estos animales y se les considera presagios de buena y mala suerte, así como astutos, misteriosos, rápidos y ágiles, al igual que alusivos a la fecundidad y abundancia. Una teoría cree que la tradición de los huevos de pascua se originó en Alemania, aunque no hay mayor acuerdo entre los estudiosos ni referencias importantes sobre dicha teoría.

En las décadas de 1870 y 1880, fue cuando la fiesta de la Pascua se comercializó principalmente en Estados Unidos e Inglaterra-mundo anglosajón-, llenando los escaparates de las tiendas con decoración ostentosa, huevos decorados con pintura y la imagen del conejo. De igual modo, la caza de huevos de pascua, la decoración de ellos y el consumo de dulces comenzaron a formar parte de las fiestas modernas y a dispersarse por el mundo. Además, con estas representaciones comenzaron a asociarse los temas de renovación y renacimiento de una nueva vida con el mensaje pascual y a relacionar elementos de la primavera con estas ideas.

Sea como sea, la semana de Pascua es una oportunidad para convivir con nuestros seres queridos y refrendar los conceptos que cada uno de nosotros llevamos dentro, sean religiosos o no…

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