El árbol de La Mora, ubicado en la parte oriente del Edificio de Rectoría de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), se ha preservado desde los cimientos de este inmueble histórico hasta nuestros días y está consolidado como uno de los símbolos más queridos de la institución, por las historias que conservan sus antiguas ramas.
Es en el artículo 8 del Reglamento Universitario de los Símbolos de la UAEMéx donde se le reconoce como ícono de la Universidad, por considerarlo “fiel testigo de las transformaciones y el desarrollo de nuestra Casa de Estudios”.
Está documentado que su antigüedad aproximada asciende a doscientos años. La Mora formó parte de un jardín botánico y fue espectadora de actividades deportivas, al dar sombra a unas canchas y una alberca a campo abierto. De esta manera, ayudó a fortalecer la identidad y unión de la comunidad institutense.
No hay un acuerdo exacto sobre la edad del árbol de La Mora. Las crónicas del profesor Inocente Peñaloza García refieren que ya estaba ahí cuando Felipe Sánchez Solís asumió por primera vez la dirección del entonces Instituto Literario, en tanto la también cronista y decana de la institución Estela Ortíz Romo refiere que los cálculos que se han hecho respecto a la edad del árbol podrían indicar que fue plantado durante el mandato del primer director, José María González Arratia.
No obstante, este símbolo universitario ha sido reconocido como el espacio donde bajo su sombra “se forjaron las más amplias y justas aspiraciones de múltiples generaciones de institutenses y de universitarios”, según se inscribe en la placa colocada el 3 de marzo de 1989.
Ante el paso de los años, así como el estado seco y agotado del árbol, las autoridades universitarias decidieron en 1977 y en el 2002 designar a la Facultad de Ciencias Agrícolas para su restauración. Ambos intentos fueron positivos y se logró el milagro para que la Mora volviera a florecer.
Posteriormente, el 3 de marzo de 2003, a raíz del 175 aniversario de la UAEMéx, se plantó junto al Edificio de Rectoría un “nieto” de la mora, obtenido y desarrollado en la Facultad de Ciencias Agrícolas para garantizar, a través de su descendencia, la permanencia del “Gran Árbol” en la universidad.
Durante los últimos 20 años, la UAEMéx ha hecho esfuerzos por mantener y propagar el árbol de La Mora en los espacios universitarios, como símbolo de identidad y transformación auriverde.