*Eréndira Zavala C*
Hace poco encontré en Tiktok unos videos donde preguntaban a extranjeros radicados en México, qué les gustaba del país, qué opinaban de su comida, de la música, del trato, e incluso les pedían hacer la comparación con sus países de origen. Puedo decir que, en la generalidad, y a pesar de los problemas (que todos conocemos) de inseguridad, feminicidios, drogas, violencia, corrupción y pobreza, México es considerado como un país amable, cálido, hospitalario, hermoso, lleno de historia y cultura, reconocido por su arte, música y gastronomía. Sobre todo, para los vecinos del sur quienes, por la cercanía e idioma, se sienten más identificados; para los del norte, México representa fiesta, diversión, playa y vacaciones. Mientras que, para los europeos, México es un país de novelas, tequila, violencia y mariachi.
Entre nosotros, los mexicanos podemos ser muy duros, desdeñosos, despectivos y hasta desagradables; pero para los extranjeros, un mexicano ofrece muchas cosas más positivas que negativas. Cuando extranjeros nos visitan, quedan encantados con lo que México ofrece y de ser solamente una visita o una temporada de estudio o trabajo, muchos de ellos buscan la forma de residir de manera permanente.
La variedad de paisajes, su incomparable gastronomía, las celebraciones típicas, las tradiciones únicas, y su gente, caracterizada por su hospitalidad, alegría, buen humor y amabilidad, son cualidades que valoran en grado sumo, los visitantes foráneos; además de distinguir a México del resto del mundo.
En los videos mostraron a chilenos que, a pesar de padecer en un principio con la comida, terminan por amarla y reconocer su tradición, historia y picante. Húngaros sorprendidos por la calidez, positividad y amabilidad del mexicano, en contraste con sus compatriotas que son lejanos, fríos y más bien negativos en la percepción de la realidad. Peruanos, bolivianos, dominicanos, colombianos y venezolanos que después de conocer a México se han enamorado de él, por la gente tan cariñosa que les atrapa, -principalmente-, por su capacidad para brindar ayuda y extender su mano a los demás, y después por la riqueza cultural y los paisajes con que cuenta el país. Búlgaros, ucranianos, checoslovacos, rusos, canadienses, armenios, franceses, lituanos, coreanos, rumanos, indonesios, chipriotas, alemanes, entre muchos otros países que aprecian el ambiente risueño, festivo, costumbrista, populachero e ilustrativo de este México.
Bien se dice que el jardín del vecino siempre parece más verde y por ello, imaginamos que otros poseen mejores cosas y nos cegamos ante lo que tenemos frente a nosotros. En cada rincón de este país hay ciudades e historias que descubrir y disfrutar, que sorprenden con sus leyendas y tradiciones, herencia de los antepasados y raíz de nuestro presente.