*Redacción*

Metepec es un pueblo de alfareros, donde este talento artesanal pasado de generación en generación es aprovechado de diferentes maneras, desde la creación de árboles de la vida, soles, lunas y otras figuritas, hasta la reparación de otro tipo de artesanías como los llamados Niños Dios, que son muy solicitados en esta temporada de la Candelaria.
Fieles en su creencia de que reponer a un Niño Dios les trae bendiciones, varios de los alfareros de Metepec colocan su puesto en los diferentes corredores que se encuentran en las localidades del municipio o ponen un anuncio en sus casas donde se menciona que se reparan Niños Dios y hasta se visten de acuerdo a la ocasión o como lo requiera el dueño de la figura.
Con mucha dedicación, varios de ellos se dedican a pintar las partes del cuerpo que fueron despostilladas por algún uso o porque les cayó agua, les colocan pestañas nuevas o incluso hacen nuevas extremidades que se hayan roto, o en caso de salvarse, las unen para que la figura del Niño Dios pueda ser presentado en el templo como se cree sucedió hace más de dos mil años.
Aunado a esta tradición, se vende ropajes en los diferentes corredores, donde hay ropa tejida de bebé, vestidos alusivos a un bautizo o tres años, siendo el color blanco el más utilizado por su relación con la pureza o en su defecto, vestimenta relacionada con algún santo con el que concuerde el propietario de la figura.
Si bien este día termina la fiesta de la Candelaria, donde los tamales también están presentes, los alfareros de Metepec estarán dispuestos en algunas comunidades hasta el 15 de febrero para quienes no alcanzaron a reparar su figura o tuvieron algún percance con ella derivado de la fiesta del 2 de febrero, con lo que podrás ver como los artesanos metepequenses hacen magia con sus manos alfareras.
A.C.