*Redacción Diario Evolución*

Como una manera de plantear la importancia de las especies de fauna y flora que crecen de manera silvestre en el planeta Tierra, así como asegurar que los ecosistemas prosperen, haciendo un llamado para lugar contra los delitos que amenazan la vida silvestre y la reducción de especies por la invasión del hombre, este 3 de marzo se celebra el Día Mundial de la Vida Silvestre, lo que también pone en evidencia los peligros a los que se enfrentan las especies amenazadas en México.
De acuerdo con la CONANP, en México 475 especies de la vida silvestre se encuentran en extinción, siendo las plantas las que ocupan en primer lugar, seguido de las aves, los mamíferos, los peces u los reptiles. Todos ellos se encuentran amenazados principalmente por la destrucción y modificación de su hábitat lo que deriva en la disminución de su población.
Las especies que más peligro corre debido a que no están adecuadamente protegidas por el gobierno son: la vaquita marina, cuya población ha bajado drásticamente en los últimos años; la tortuga laúd; el lobo mexicano, el ajolote, la guacamaya roja, la mariposa monarca y el jaguar, mientras que en plantas, las que están al borde de la extinción son: el coral cuerno de alce, el pepino de mar, ambas acuáticas; y la orquídea monja, la cual crece en las regiones tropicales de México y es traficada como planta de ornamentación, según los reportes del Centro para la Diversidad Biológica.
Especies como la vaquita marina y la tortuga, su peligro radica en que no se han realizado acciones certeras para detener la pesca ilegal de totoaba, que afecta a las vaquitas marinas que se quedan atoradas en las mallas colocadas para captar el pez; mientras que en el caso de la tortuga, además de enfrentarse a su caza ilegal, se asfixian ante la contaminación plástica de los mares, ya que confunden las bolsas con medusas, fuente de su alimentación.
Otras especies como el lobo mexicano y el jaguar constantemente se enfrentan a la caza ilegal o a una mala respuesta de granjeros que al pretender cuidar sus rebaños de estas especies, terminan siendo atacados de forma discriminada. En el caso de las aves, como la guacamaya son atrapadas por traficantes de animales que las venden a precios exorbitantes para que se queden como adorno en casas, donde terminan muriendo por nostalgia o las condiciones no son adecuadas para que sobrevivan.
En el marco de un día como hoy, es importante recordar que las especies silvestres más que hacernos daño o capturarlas por tener un ornamento en casa, ayudan más desde su hábitat, ya que colaboran con la biosfera para darle vida al planeta.
A.C.