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En el marco del Festival Internacional del Mariachi en Calimaya, el municipio mexiquense festejó su 201 aniversario en el que se declaró como tal, tras la consolidación de la guerra de Independencia de México. Con música tradicional mexicana, las autoridades municipales hicieron un recorrido por la historia del municipio que hoy es uno de los Pueblos con Encanto del Estado de México.
Calimaya tiene una vasta historia que abarca desde la época prehispánica, cuando los matlatzincas ocuparon la región y posteriormente fueron conquistados por los mexicas, donde posteriormente coexistieron con otomíes y mazahuas. Posteriormente, fue conquistada por los españoles en 1521, bajo las armas Gonzalo de Sandoval.
Durante la colonia, Calimaya fue elevada república de indios con cabildo y territorio, junto con Tepemaxalco, donde además se fundaron cinco pueblos: Mexicaltzingo, Chapultepec, San Antonio la Isla, Santa María Nativitas y San Andrés Ocotlán. Cada uno de ellos tuvo su santo patrono y sus iglesias, con la oportunidad de que los habitantes continuaran organizándose en la vida social y religiosa como se hacía en la época prehispánica.
En Calimaya se expandieron los ranchos y las haciendas durante la época colonial. Para la guerra de Independencia, Calimaya no se libró de los efectos de la guerra, con cosechas arruinadas, alzas de productos agrícolas y atropellos de soldados y rebeldes.
Al terminar la guerra de Independencia, se evaluó que al ya contar con un cabildo que gobernaba su república indígena y su población era numéricamente apta para convertirse en municipio, se le otorgó de inmediato a esta categoría en 1824.
Calimaya además tuvo un importante crecimiento durante los primeros años del México independiente, principalmente en el Porfiriato, donde se incrementó la actividad comercial, la arriería y la agricultura como actividad prioritaria de la economía local. También su relación con Toluca, que fue elevada a capital del Estado de México, llevó a la localidad a una época de bonanza, cuyas estructuras todavía pueden verse en la calle principal de la cabecera.
En los años de la Revolución, Calimaya no tuvo una participación importante aunque los estragos se vivieron en la década posterior, sobre todo por los adelantos de la tecnología porque se acabaron los caminos para los arrieros con el uso de automóviles y las construcciones de carreteras, por lo que tuvieron que busca medidas para que la economía creciera.
Una de las medidas políticas que amainó un poco la crisis económica y social, fue el reparto agrario que se efectuó con las tierras de las haciendas comarcanas. El 4 de octubre de 1930 el gobernador del Estado de México, con aprobación de la Presidencia de la República, dio resolución a las demandas de Zaragoza para se dotar al pueblo de tierras en las que pudieron construir, cultivar se pudiera edificar el zoológico de Zacango, además de convertirse en un referente turístico del país.
El presidente de Calimaya, Omar Sánchez, mencionó que desde la erección del municipio, se ha convertido en una tierra de historia, cultura y trabajo, donde los habitantes han demostrado su capacidad de organización y su voluntad de salir adelante.

“Somos herederos de una rica tradición artesana artística que da muestra de su imaginación, sensibilidad, e ingenio, herederos, de hombres y mujeres que defendieron su identidad y trabajaron la tierra con sus propias manos”, enfatizó.