*Alejandra C.L.*

Este fin de semana, en Zinacantepec se celebró la primera fiesta patronal en relación con uno de sus tradiciones religiosas más arraigadas, sobre todo porque está ligada a un milagro que ocurrió durante el virreinato. Se trata de la Virgen de los Dolores del Rayo, cuya iconografía se encuentra en la iglesia del mismo nombre, y en estos días de mayo se saca a pasear en aniversario a la fecha cuándo ocurrió el milagro que derivó en su nombre.
De acuerdo con la leyenda, se cuenta que el 22 de mayo de 1762 cayó sobre Zinacantepec una fuerte tormenta. Los habitantes tuvieron mucho miedo, puesto que no había caído un aguacero de esa magnitud, donde no solo se escuchaba el sonido del agua que amenazaba con inundar el pueblo, sino que también oían potentes truenos que los estremecían.
Los rayos caían por todo el pueblo, causando asombro y pánico entre la población, por lo que se resguardaban para no ser atacados por los relámpagos. No obstante, en el periodo de la tormenta eléctrica se percataron de un rayo muy potente que cayó sobre la iglesia del Convento Franciscano de San Miguel, para al poco rato escuchar un fuerte estrepitar de piedras que los puso a temblar.
Una vez que se terminó la tormenta, salieron a ver qué había ocurrido en la iglesia, descubriendo que la torre había sido impactada por la tormenta eléctrica y por lo tanto se cayó. Al recorrer si alguna persona habría sufrido daño alguno por la caída de las piedras, se percataron que a la imagen de la Virgen de los Dolores le había caído directamente el rayo, pero milagrosamente no sufrió daño a su figura.
Al ver bien como sucedió el milagro, vieron que el relámpago abrió una brecha por el rincón del coro, al cual había chamuscado levemente las paredes y descompuesto el órgano, pero la imagen que se encontraba debajo del coro, solo tenía una cruz que se hallaba en la parte frontal y por tal motivo comenzaron a llamarla “Nuestra Señora del Rayo”.
Desde entonces, determinaron edificarle una capilla, la cual fue terminada en 1785 y el 4 de diciembre se colocó en su altar, por lo que ese día también es de fiesta en Zinacantepec.