*Eréndira Zavala C*

Ubicado en el estado de Hidalgo, Mineral del Monte o Real del Monte es un pueblo mágico con siglos de historia, leyendas y herencia minera, calles empedradas, tejados rojizos y una constante neblina que le dan un toque de nostalgia. Real de Minas del Monte fue su nombre original durante la época colonial (Real por su asociación minera con la corona española) y Mineral del Monte es su nombre oficial, referido por su actividad minera histórica.
El poblado fue fundado en el siglo XVI, después del descubrimiento de yacimientos de plata; fue durante el virreinato que se convirtió en uno de los centros mineros más importantes de la Nueva España. Pero hasta el siglo XIX, Real del Monte vivió una transformación importante debida a la llegada de mineros provenientes de Cornualles, Inglaterra que introdujeron innovaciones tecnológicas en la minería, como las bombas de vapor.
La influencia inglesa aún se conserva en la arquitectura de sus casonas con techos de dos aguas, los nombres de algunas familias y en su gastronomía con los pastes, inspirados en los Cornish pasties, rellenos originalmente de papa y carne, y que actualmente pueden encontrarse con frijoles, mole, piña o queso con zarzamora, entre otros.

En el centro del Mineral del Monte pueden visitarse la Parroquia de la Asunción, construida en el siglo XVIII, el Panteón Inglés, con inspiración gótica y donde las tumbas y sus lápidas en inglés están orientadas hacia el Reino Unido; el Museo de Sitio Mina de Acosta y la Mina La Dificultad, que permiten dar un vistazo a la historia minera del pueblo y conocer las antiguas condiciones laborales de los trabajadores.
Sus fiestas patronales, ferias culturales y recorridos nocturnos con leyendas contadas alrededor de una fogata mantienen viva la memoria del lugar. Como dato curioso, Mineral del Monte fue el primer lugar en México donde se jugó futbol, deporte traído por aquellos mineros ingleses, sentándose así las bases de la afición nacional de este deporte.
Actualmente, Mineral del Monte es un destino que combina cultura, historia, gastronomía y paisajes, ideal para quienes quieren escapar del ruido de la ciudad y encontrar un lugar de calma y reflexión, que invita a recorrer sus calles, conocer su historia y redescubrir la riqueza de su pasado. Quizá por ese legado inglés, su belleza colonial o sus leyendas mineras, Real de Monte es un lugar con alma que invita a conocerlo.