*Alejandra C.L.*
El próximo lunes llega diciembre, el último mes del año para recordarnos el tramo que se recorrió durante 365 días que duró la vuelta al sol y antes de ponernos nostálgicos, cabe recordar que en esta época también todo se empieza a ver muy colorido como una contraparte al ambiente que empieza a secarse debido a la llegada del invierno. Sin embargo, en México no todo es triste y seco puesto que durante esta época se dan muchos frutos exclusivos de la temporada.
Esto se debe a que por la posición en la que se encuentra nuestro país geográficamente, se puedan dar varios frutos en esta temporada que no solo contribuyen a dar un buen sabor a los platillos de fin de año, sino que también ayudan a prevenir enfermedades. Entre estos se encuentran la mandarina, la manzana, los arándanos, la caña, pero sobre todo el tejocote, una fruta exclusiva de nuestro país.
También conocido como manzanita, manzana de Indias o manzanilla de la India, el tejocote ocupa un lugar exclusivo en la gastronomía y la medicina tradicional mexicana. Además, su presencia en los ambientes rurales durante el último tramo del año, recuerda que el otoño y el invierno pueden tener un color único, combinándose con los atardeceres y amaneceres de esta época del año.
Su presencia colorida no es lo único que distingue a esta fruta, puesto que su sabor único se utiliza para elaborar diversos dulces, como ates, mermeladas, licores y conservas, sin olvidar su posición privilegiada en el ponche, ya que sin él, esa bebida que nos ayuda a calentarnos durante los últimos días del año, no es la misma.
Además tiene alto contenido de vitamina C, con lo que ayuda a prevenir las enfermedades respiratorias. Otros componentes del tejocote son calcio, hierro y complejo B que ayudan al sistema inmunológico, prevenir la anemia y cuidar los huesos y dientes, además de tener propiedades antioxidantes, que ayudan a combatir enfermedades crónicas como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
Por ello, se ha convertido en un recurso valioso en la mesa y de la medicina tradicional, adornando la temporada navideña en México, además de reafirmarse como un tesoro dentro de la biodiversidad del país.
