*Redacción*
En Latinoamérica al igual que en otros países cuando el calendario marca la fecha “martes 13” se tiene la creencia de ser un día de mala surte, pero ¿sabes a que se debe?, aquí te contamos la historia de este famoso y aterrador día.
Cabe señalar que en México existe un refrán popular para este día, que dice: En Martes, “no te cases ni te embarques”.
El primer mito proviene de las culturas egipcias y griega, ellos consideraban al planeta “Marte” como el Dios de la guerra, y de acuerdo con ellos los días martes está regido por el planeta rojo que significa destrucción, sangre y violencia, además de ser la fecha de nacimiento de Tifón, uno de los gigantes que se atrevieron a escalar el cielo.
Tifón era para ellos un monstruo relacionado con los huracanes y terremotos, poseía cabeza de dragón y en su cuerpo contenía un gran número de serpientes, además escupía fuego y lava de su boca.
Para la civilización turca, también se incluye el martes entre los días funestos, como el jueves lo era entre los griegos, razón por la cual no suelen ponerse en camino, ni emprender en lo más importante.
En cuanto a Latinoamérica y países de habla hispana el mito del Martes 13 viene entrelazada con la religión católica, en específico con la Ultima Cena de Jesús y la Biblia.
Los antepasados indicaban que el 13 era de mala suerte por ser el número de personas quienes participaron en la ultima cena de Jesús antes de ser crucificad, en la que Judas, el traidor, era considerado como el apóstol 13. Otra de las referencias que, según se cree, podría estar relacionada con el capítulo 13 del Apocalipsis, en el que se habla de la “bestia de siete cabezas”.
Entre los países que se celebra y comparten estas creencias está, México, Cuba, Uruguay, Paraguay, Argentina, Chile, Perú, Venezuela, Colombia y Ecuador, incluso la cosmovisión que tenemos es tan grande que incluso existen diversas señales para enmarcar la “mala suerte”, tales como un gato negro, un espejo roto o pasar por debajo de una escalera.
Por ello, en Martes 13, no te cases ni te embarques.