La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través de las acciones que desarrollan la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural (DGSMPC) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ha logrado atender 1,753 inmuebles históricos y arqueológicos, que representan más del 57% de las 3,061 edificaciones patrimoniales dañadas por los sismos de 2017.
Al respecto la titular de la Secretaría de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, comentó: “la emergencia no se acaba hasta que se entregue el último inmueble; la reconstrucción no solo se trata de obra material, de albañilería, sino que estamos reconstruyendo parte de nuestra historia y de nuestra identidad”.
En las acciones realizadas, además del personal especializado del INAH y de la DGSMPC, participan las comunidades, “es muy importante el desarrollo de capacidades locales para el mantenimiento y conservación preventiva; en estos trabajos, 90% de las manos que están involucradas en la recuperación del patrimonio son locales, las mismas manos que los construyeron”, agregó.
A través de la DGSMPC, como parte del Programa Nacional de Reconstrucción (PNR), prioritario para el Gobierno de México, se da atención a inmuebles patrimoniales de propiedad estatal, municipal y privada que registraron daños durante los sismos de 2017 y no contaban con recursos financieros para su recuperación.
De 2019 a 2021, el PNR ha realizado 321 acciones en Chiapas, Ciudad de México, Estado de México, Guerrero, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Tlaxcala y Veracruz, con el ejercicio de $588,751,729.48 pesos, al cierre de julio 2021.
En tanto que, de los 2,340 monumentos históricos y arqueológicos afectados por los sismos del 7 y 19 de septiembre de 2017 y cuya responsabilidad de restauración asumió el INAH, a la fecha se ha culminado la restauración de 1,432 inmuebles.
De la cantidad de bienes patrimoniales edificados en los que actualmente trabaja el INAH, 452 están en ejecución y 456 en estudio. Estos últimos, en su mayoría corresponden a construcciones históricas que presentaron daños severos, las cuales han requerido de análisis especializados más profundos que permitirán proceder a su intervención con mayor certeza y seguridad.
A la fecha, los recursos que, a través del INAH, se han destinado a las labores de restauración del patrimonio suman, en cifras redondas, los 3,950 millones de pesos; de los cuales, tres mil millones provienen del seguro contratado por el INAH; 500 millones del otrora Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales (Fonden) y 450 millones de ampliaciones presupuestales otorgadas por las secretarías de Cultura y de Hacienda y Crédito Público. A estos recursos, también deben sumarse las valiosas aportaciones de fundaciones nacionales y organismos internacionales.
De esta forma, el INAH ha afrontado con entereza uno de sus mayores desafíos en sus 82 años de existencia. Para ello, estableció mecanismos de coordinación entre los tres órdenes de gobierno, la sociedad y las instituciones involucradas en el cuidado y la restitución del patrimonio edificado y de los bienes muebles afectados. Particularmente, destaca el trabajo de las comunidades, las cuales con dedicación han ayudado a la recuperación de su patrimonio.
De acuerdo con el coordinador operativo de la Oficina de Sismos del INAH, Salvador Camarena Rosales, la magnitud de afectaciones sufridas, su relevancia y significado, han demandado del instituto el compromiso y la dedicación de tiempo y esfuerzos adicionales.
Todos los proyectos de intervención han sido dictaminados y autorizados por las áreas normativas, para lo cual se han integrado expedientes de investigación, cálculo estructural y técnicas de restauración, así como se han elaborado expedientes técnicos siguiendo las directrices que marca la Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionadas con las Mismas.
En este punto, el arquitecto destacó la complejidad técnica del reto que implica la recuperación y puesta en valor del patrimonio cultural dañado por los sismos, “pues no se trata de su reconstrucción, sino de su cuidadosa restauración, mediante procesos especializados que, por su naturaleza, son pausados, en los cuales la precipitación no abona a la plena recuperación del mismo”.
A ello hay que añadir que la restauración monumental se fundamenta en la investigación histórica, en la reutilización de materiales y técnicas constructivas y en el apego a las características específicas de sus fábricas y manufacturas.
Cifras de inmuebles atendidos por el INAH
El saldo de edificaciones dañadas en Oaxaca fue de 587; en Chiapas, 114; en Morelos, 259; en Puebla, 621; en Estado de México, 279; en Guerrero, 95; en Tlaxcala, 134, y en la Ciudad de México, 197. Así como los de menor daño: Tabasco con 27, Veracruz con 14, e Hidalgo con 13.
A la fecha, de los inmuebles históricos ya concluidos con trabajo del INAH, 415 corresponden a Puebla; 237 a Estado de México; 208 a Oaxaca; 191 a Morelos; 101 a Tlaxcala; 89 a Guerrero; 81 a Chiapas; 59 a la Ciudad de México; 27 a Tabasco; 14 a Veracruz y 10 a Hidalgo. Asimismo, se han entregado a las comunidades 260 conjuntos de bienes muebles, de los dañados por ambos eventos sísmicos.
En Oaxaca están en proceso de restauración 199 edificaciones y 180 en etapa de estudio; en Puebla son 112 los que se intervienen y 94 están por atenderse; en Morelos se restauran 62 y seis están a la espera; en la Ciudad de México son 29 en los que se lleva a cabo su recuperación y 109 están pendientes de estudio; en Chiapas se trabaja en 30 y 3 son analizados; en Estado de México en 12 y 30, respectivamente; en Guerrero, cinco y uno; en Tlaxcala, tres y 30; mientras que en Hidalgo solamente quedan tres en fase de estudio.