La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) lamentan el deceso de María de Jesús de la Fuente Casas -María O’Higgins-, quien produjo su propia obra con el uso de técnicas como acuarela, óleo, litografía, bordado y grabado, además de colaborar en algunos murales al lado de Pablo O’Higgins, su esposo.
Abogada de profesión, fue pintora y promotora cultural, inició su quehacer artístico en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Nuevo León y trabajó con ahínco en favor de los derechos de las mujeres.
“María fue piedra angular de la construcción del país como lo conocemos ahora, pionera en la defensa de los derechos de la mujer, puso sus pies en el camino de la defensa de las y los más vulnerables; siempre serás recordada como una luchadora incansable, profesora generosa y artista solidaria, comprometida con la promoción cultural. Seguiremos trabajando para que el patrimonio cultural que nos dejas sea conocido por cada vez más personas. Desde la Secretaría de Cultura enviamos un abrazo solidario a sus familiares, amigos, alumnos y colegas”, afirmó la secretaria de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto Guerrero, al anunciar que en 2022 se le hará un homenaje a la artista.
Por su parte, la directora general del INBAL, Lucina Jiménez López, destacó que “María representa la voz de una mujer adelantada en su tiempo, defensora de los derechos de las mujeres, consciente del valor patrimonial que representaba el acervo que construyó con Pablo O’Higgins. Las conversaciones sostenidas con ella dejan testimonio de una historia pintada o dibujada desde abajo, desde esa mirada que Pablo dejó plasmada y que ella cuidó con pasión. Por fortuna, con ella trabajamos en la selección del acervo que debía formar parte del patrimonio artístico del pueblo de México y logramos, desde el INBAL, concretar una adquisición de obra que ya se encuentra en resguardo para su conservación, restauración y para la entrega a los acervos del Centro Nacional Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam) y el Museo Nacional de Arte (Munal).”
María de Jesús de la Fuente Casas cursó sus estudios en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Nuevo León y por las tardes estudiaba pintura. Ambas disciplinas marcaron su trayectoria, compartida con el pintor, muralista e ilustrador de origen estadounidense Pablo O’Higgins, a quien conoció cuando visitó Monterrey, acompañado por el grabador Leopoldo Méndez, para dar una plática en la primera galería que se creó en la ciudad.
Originaria de Rayones, Nuevo León, María O’Higgins -18 de octubre, 1920- fue pionera en la defensa de los derechos de las mujeres desde mediados del siglo pasado, muchas de ellas de escasos recursos y quienes sufrían de maltrato.
Inquieta por naturaleza, en 1947 fundó en Monterrey la Escuela de Trabajo Social, donde impartió cátedra durante dos años; en la década de los cincuenta propuso el proyecto para crear la primera Defensoría de Oficio para Mujeres, la cual dirigió, y estableció también el primer jardín de niños y los Jardines del Arte en la Alameda Mariano Escobedo, apoyada por el pintor Marco Cuéllar.
Como promotora cultural, María de Jesús desde 1997 ocupó la presidencia de la Fundación Cultural María y Pablo O’Higgins, prestando servicios al Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura de la obra del pintor mexicano de origen estadounidense.
Su relación con Pablo O’Higgins inició cuando el artista regresó a Monterrey a buscar cerámica opaca para el mural que realizaría en la fachada del palacio municipal de Poza Rica, Veracruz, denominado Desde las primitivas labores agrícolas prehispánicas hasta el actual desarrollo de la industria petrolera.
Entre 1962 y 1964, María fue ayudante de Pablo en los murales que pintó en el Museo Nacional de Antropología y continuó, a la vez, con su producción plástica, animada por su esposo. Asimismo, le ayudó a organizar su archivo y a hacer una cronología artística a partir de sus años en Utah, Estados Unidos, tras su llegada a México en 1924 por invitación de Diego Rivera, su trabajo en el Taller de Gráfica Popular y en la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR), así como de sus viajes.
A la muerte del pintor, en 1983, María O’Higgins se dedicó a coordinar exposiciones con su obra, tanto en México como en el extranjero, además de realizar el inventario y clasificación de su trabajo mural, de gráfica y de caballete, con el fin de promover su investigación, conservación y difusión. El INBAL la acompañó hasta sus últimos días y apoyó la realización del inventario de la obra de Pablo O’Higgins a través del apoyo del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap).
Como un homenaje, la Universidad Autónoma de Nuevo León, a través de la Dirección General de Bibliotecas, presentó en 2013 la exposición “En busca de equilibrados sentimientos” en las galerías 1 y 2 de la Biblioteca Universitaria Raúl Rangel Frías.
Por su trayectoria y labor como pionera en la defensa de los derechos de las mujeres, María O’Higgins recibió en 2009 la presea Amalia Solórzano Bravo, otorgada por el Gobierno de Michoacán, y en 2019 el reconocimiento del Gobierno de la Ciudad de México.
En 2017, la artista y luchadora social donó al Museo Mural Diego Rivera 14 bocetos correspondientes a siete murales realizados entre 1934 y 1964: La lucha de los obreros contra los monopolios (1934), Expropiación petrolera (1939), Lucha contra la discriminación racial y la unidad obrera (1945), La maternidad y la asistencia social (1946), Dios del fuego/Lucha del pueblo tarasco (1964), Boda indígena en San Lorenzo (1964) y Paisaje tarahumara (1964).
Se enriquecerá el patrimonio artístico nacional
La adquisición de obra de Pablo O’Higgins consistió en 114 grabados, además de los óleos Autorretrato (1954) y Retrato de María (1962).
La obra artística del maestro Pablo O’Higgins refleja su postura ideológica de artista comprometido con los movimientos sociales del siglo XX, de trabajadores obreros, campesinos, a nivel nacional e internacional.
Gracias a la disposición de María O’Higgins, quien falleció la noche de ayer, la Secretaría de Cultura federal, a través del INBAL, adquirió esta relevante obra que se suma a la colección con la que cuenta el Instituto, y las cuales enriquecen el patrimonio artístico nacional.