*Eréndira Zavala C*
Más allá de la religión, la Semana Santa o Semana Mayor es una fiesta celebrada en todo el mundo con una connotación tradicional sumamente arraigada. La Semana Santa contiene las ceremonias y preceptos cristianos desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección, concentradas en los últimos momentos de la vida de Jesús como la entrada a Jerusalén, la Última Cena, la crucifixión y la resurrección.
El origen de la celebración de Semana Santa se remonta a las antiguas peregrinaciones a los lugares de pasión y muerte de Jesucristo en los siglos IV y V de nuestra era; con la llegada de los franciscanos como custodios de los santos lugares, se inicia la adoración fuera de Jerusalén, principalmente en Italia. La conquista de Jerusalén y la intervención de los Cruzados, fueron acontecimientos que también propiciaron que la devoción a estos lugares se propagara a otros países.
En México, país religioso y tradicional, se celebra la Semana Santa con reverencia y júbilo; en algunas regiones la Semana Santa se desarrolla con las prácticas cristianas y tradiciones étnicas entremezcladas como por ejemplo en la Sierra Tarahumara en Chihuahua, donde se presentan danzantes con vestimenta típica dentro de la festividad de la pasión de Cristo. En Iztapalapa, la celebración en fastuosa, colorida y llena de fervor, es una representación seria que busca reproducir fielmente lo sucedido según las escrituras y los participantes van a pagar una manda o deuda o a consentir una bendición.
Otro de los lugares distintivos en nuestro país es Taxco, Gro. cuya representación se remonta al siglo XVI, con los Encruzados -flagelados y encadenados- que cargan varas espinosas de zarzamora con un peso de 40 kgs., atados a sus cuerpos en una procesión silenciosa de dolor y arrepentimiento. En algunos pueblos de Michoacán, como Patamban y San Juan Nuevo Parangaricutiro, los festejos se centran en bailes y comida y relatos del origen de su tradición contados por los ancianos de la comunidad.
A pesar de las variantes y la diferencia de costumbres, el propósito de todas las fiestas de Semana Santa es celebrar o rememorar la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Con el paso del tiempo, algunas de estas ceremonias se han tomado como pretexto para realizar encuentros familiares y convivir en tertulias, ferias y parques de diversión, debido a que son días de asueto laboral.
No importa que sea creyente o no, querido lector, le invito a darse la oportunidad de conocer las distintas tradiciones y festividades que esta época ofrece. ¡Atrévase a ser parte de ellas!…