*Eréndira Zavala C*
De la medicina tradicional mexicana se habla mucho, ¿cuántos de nosotros hemos recurrido a un té para el dolor de estómago? ¿O tomar miel con limón para la irritación de garganta? ¿A quién le han curado el empacho o el susto?
La medicina tradicional mexicana encontró su origen en la concepción médica de nuestros antepasados aztecas, en su cosmovisión mágica-religiosa veían a la enfermedad como un desequilibrio de las funciones del cuerpo y de su relación con el cosmos. De esta manera, las enfermedades entre los mexicas se clasificaban en:
- Enfermedades provocadas por la presencia de dioses o seres de los pisos superiores del universo (aumento de calor, fiebres, locura).
- Enfermedades provocadas por la acción de fuerzas de los dioses o seres de los pisos superiores (disentería).
- Enfermedades causadas por fuerzas divinas que habitan en seres de la superficie terrestre (chipilez, fiebres con diarrea).
- Enfermedades causadas por dioses o seres provenientes del inframundo (sustos o espantos).
- Enfermedades causadas por fuerzas o influjos de seres del inframundo (frío, como gota, sarna).
- Enfermedades causadas por seres del inframundo que moran la superficie terrestre (mal de ojo).
- Enfermedades causadas por otros hombres, causadas por los hombres de hígado amargo, nahuales, hechiceros, brujos y sacerdotes, embarazadas, mujeres menstruantes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), ha definido a la medicina tradicional como la suma de conocimientos, habilidades y prácticas basados en teorías, creencias y experiencias de las diferentes culturas, sean o no explicables, y usados en el mantenimiento de la salud, así como en la prevención, diagnosis o tratamiento de las enfermedades físicas o mentales.
En este contexto, la Medicina Tradicional Mexicana es un conjunto de recursos terapéuticos alternativos, transmitidos de manera oral y que se siguen usando hasta la fecha por la mayoría de los mexicanos. Con el paso de los siglos ha sido influida por otras culturas médicas como la española, la africana y la moderna; así como por los cambios en el perfil epidemiológico de la población y factores económicos y religiosos.
Los tratamientos siguen practicándose con hierbas, limpias, ventosas, temazcal y emplastos, además de ceremonias y rituales que llevan a cabo “especialistas” considerados terapeutas tradicionales, como los curanderos, yerberos, sobadores, rezadores, hechiceros, parteras etc., quienes generalmente son adultos mayores pues se considera la acumulación de experiencia y la autoridad técnica y moral para serlo.
Estas prácticas de curación han sobrevivido a la conquista, la colonización y la profesionalización de la medicina; tan es así que mientras escribo, me acompañan un té de manzanilla y menta endulzado con miel y esencia de lavanda como aromaterapia, ¡salud!
Boletines CONAMED, enero-febrero y julio-agosto 2017, consultado en www.conamed.gob.mx.
