Conoce la abeja sagrada maya; melipona

*Gaby.L.C.*

Foto: Especial.

El 20 de mayo se celebra el Día Mundial de las abejas, con el fin de crear conciencia sobre el papel fundamental que tienen para la vida del planeta, son los polinizadores esenciales en el mantenimiento del medioambiente y la producción vegetal. Sin ellas no habría prácticamente frutas y muchísimas de las plantas fundamentales desaparecerían.

Existen alrededor de 17 mil especies de abejas en el mundo. En el caso del continente americano, predominan la abeja melipona, es una abeja sin aguijón que cultivaban los pueblos mayas desde hace siglos y está considerada como “la abeja sagrada maya” por las propiedades curativas de su miel.

Las abejas meliponas y su miel eran objeto de pago tributario, tanto antes como después de la llegada de los españoles.

En épocas prehispánicas, los pobladores realizaban en su honor ceremonias a lo largo del año, ya que era venerada por los efectos curativos de su miel en heridas y enfermedades. Su mil es silvestre, sobre todo de floraciones de bosque tropical, y la cual se exporta poco.

Fotos: Códice Maya.

Como dato, tras no tener aguijón para defender su colonia “muerde” todo aquello que represente una amenaza, se aferran de tal manera que mueren durante el combate, entre los productos de esta abejita además de la miel, está el polen cera y el propóleo.

Una colmena de estas abejitas produce litro y medio de miel al año, su proceso de producción es más tardado en comparación con el de las abejas europeas que producen hasta 30 litros de miel en un año.

Por otra parte, se sabe del uso de abejas sin aguijón como polinizadoras de los siguientes cultivos: achiote, aguacate, café, calabaza, chayote, chile habanero, mango, pepino, sandía, tomate, entre otros.

Esta abeja vive en los países de Argentina, México, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Perú, Ecuador, Paraguay, Venezuela y toda la región Neotropical. En México es más común verla en los estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo.

Si llegarán a desaparecer hasta el 40% de las especies voladoras se extingan y esto incluye a abejas, hormigas y mariposas, según los expertos, provocaría la fragmentación del hábitat, el cambio climático, los pesticidas y la contaminación lumínica.

Derivado de ello, entre las mejores formas de preserva estos insectos es destinar espacios n los jardines que estén libres de pesticidas, con el pasto un poco más alto y con flores silvestres para que los insectos puedan tener un “santuario” en cada casa.

Si estos insectos desaparecen, también hay repercusiones económicas, especialmente para la agricultura y la fruticultura, ya que son grupos polinizadores que colaboran en el desarrollo de estas vegetaciones, sin su presencia, algunas frutas verían afectado su crecimiento, se volverían menos productivas y, en definitiva, podrían terminar colapsando.

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