*Gaby León*
Ya está cerca una de las mejores épocas del año para nosotros los mexicanos, el Día de Muertos, en la que el pan de muerto no puede faltar ni en las ofrendas ni en las mesas de México, vivos y los ni vivos que regresan a visitarnos disfrutamos de esta delicia gastronómica.
De los varios tipos de pan que existen en muestro país, el pan de muerto es uno de los que más gustan y se disfrutan, solo una vez al año se puede consumir dejando los paladares llenos de agradables sabores y texturas, pero pocos conocen su origen, significado y sus diferentes presentaciones.
Como se sabe, esta tradición es la unión de dos culturas que se mezclaron, fue así como la época prehispánica se preserva con estas significaciones, en conjunto con la conquista española, se remonta a la época de los sacrificios humanos, cuando una princesa era ofrecida a los dioses.
Era colocada en una olla con amaranto el corazón aun latiendo, lo tenían que morder en símbolo de agradecimiento, pero a la llegada de los españoles prohibieron los sacrificios, fue así como sustituyeron el sacrificio por una simulación con el pan de trigo.
Otra versión, se remonta a la época prehispánica donde se hacía la “papalotlaxcalli” o pan de mariposa que era exclusivo de esta ceremonia, era como una tortilla a la cual se le imprimía a la masa aún cruda un sello en forma de mariposa.
Se dice que era una a tortilla a la cual se le imprimía a la masa aún cruda un sello en forma de mariposa, una vez cocida, se pintaba coloridamente, hoy en día el pan de muerto más famoso es la “hojaldra”, su forma simboliza lo siguiente:
En el círculo del centro del pan simboliza el cráneo del difunto y las tiras son imitación de los huesos. En algunos casos agregan esencia de azahar que tiene la intención de evocar el recuerdo de los difuntos, hoy la que más se consume es la espolvoreado de azúcar blanca o rosa.
Pero cada estado tiene sus variantes de este pan tradicional, y aquí te traemos algunas de estas presentaciones.
Las Muertes en el Estado de México, un pan antropomorfo hecho de yema de huevo, de esta misma masa se realizan los conejos, los borregos y las finas, que aparte lleva canela.
También se produce pan blanco como el triconio y el pan sobado, que es una mezcla de masa blanca y masa dulce. Se realizan las gorditas de maíz quebrado, los tlaxcales, que están hechos de maíz fresco en forma de triángulo.
Bordes dentados con la superficie blanqueada, salpicada con manchas rojas que representan los sacrificios prehispánicos, las quesadillas, son en forma de empanadas rellenas con piloncillo y queso fresco.
En la Ciudad de México se realizan las “despeinadas”, rosquitas de azúcar colorada, el típico pan de muerto con azúcar, ajonjolí y granillo, pan estilizado bordado con la misma masa y una cruz en el centro. Los panes en forma de mariposa, ya que se creía que, al morir, las niñas se convertían en mariposas.
En Guanajuato, se elaboran conejos, mulas, borregos y pan de canela. “almas” pan en forma de figura humana. Los que representan a los adultos son glaseados blancos y al centro un punto de azúcar rosa, y los niños son todos blancos.
Almas o ánimas, pan que tiene forma humana, es tradicional de Maravatío en Michoacán, pero también lo puedes encontrar en Morelos y en el Estado de México, en donde se les llama muertes.
Los panes que representan a una figura adulta llevan un glaseado blanco, además de un punto de azúcar rosa en el centro. Los que representan niños son completamente blancos. A veces llevan el nombre del difunto al que hacen alusión.
Hidalgo se hacen las moriscas de harina, canela, huevo y pulque. En Xochicoatlán, “bodoques”, pan que se regala a las personas que asistían al novenario. En la región huasteca se produce en estas fechas el pan conocido como “peluca”, pan que solía repartirse en los velorios y puesto en las ofrendas de muertos
Morelos, podrán disfrutar del pan antropomorfo, sumamente adornado con bordado de la misma masa y los brazos a los lados a diferencia de otras regiones que representa los brazos cruzados.
Mientras que en Oaxaca están los panes llamados “regañadas” de pasta hojaldrada que se utilizan en las ofrendas y que representan las “animas” de personas o animales. Pan de yema de huevo con o sin ajonjolí, hecho de azúcar con acabado de porcelana, que representa la cara del muerto adulto o de niño.
Puebla, los “Golletes” (roscas adornadas con colores). El “sequillo” que es un mamón seco con un color amarillo yema de huevo.
Y así en el resto del país hay una gran variedad de pan de esta época, un dato curioso es que en la producción panadera se utilizan casi todas las técnicas de manufactura y decoración de cerámica, de una bola de masa, surgen un sinfín de figuras, desde los bolillos, conchas, galletas, hasta llegar al pan de muerto en sus diferentes presentaciones.