Malinalco, Coatepec Harinas, Ixtapan de la Sal, Tenancingo, Tenango del Valle y Tonatico son los municipios que conforman la Ruta Energía y Salud, la cual posee sitios donde los visitantes pueden vivir experiencias únicas.
Malinalco es un destino que conecta el pasado con el presente. En la gastronomía destaca su tradicional corredor ‘Las Truchas’, donde sus visitantes pueden deleitarse con exquisitos platillos elaborados con trucha recién sacada del criadero.
Sobresale el trabajo en madera que realizan artesanos, quienes crean objetos de decoración, máscaras e instrumentos prehispánicos como los teponaztlis o huehuetls, entre otras originales piezas.
También, artesanas y artesanos de textiles elaboran prendas con mucha creatividad y talento, como rebozos, camisas, entre otras prendas.
En Coatepec Harinas destaca gastronómicamente el pepeto, que es una sopa o caldo elaborado con diversas legumbres como chile manzano, cebollas, habas, calabacitas, ajo, granos de elote, chilacayotes y epazote, acompañado con carne de cerdo o pollo.
Artesanalmente, en este Pueblo con Encanto se elaboran gabanes, comales, canastas de vara de mimbre y reatas de lazar.
San Pedro Tecomatepec, una localidad de Ixtapan de la Sal, se distingue por la vocación alfarera de sus habitantes, donde las manos de mujeres y hombres moldean el barro y se convierte en fuente de vida al elaborar y vender cazuelas, jarros o platos, ya sean utilitarios o de ornato.
Cerca está el Pueblo Mágico de Tonatico, donde es imperdible, además de visitar las Grutas de la Estrella y su Balneario, degustar las palanquetas, así como admirar y adquirir artesanías de cestería que son parte de la rama de fibras vegetales.
Tenancingo es el sitio ideal para degustar el tradicional obispo, un embutido a base de carne de cerdo y una que otra víscera para darle consistencia y sabor, sazonada con chile manzano, semillas de cilantro y epazote; cuando la preparación es especial se le adicionan pasas, piñones y almendras.
La mezcla se embute en pancita de cerdo o en fibras naturales. Un toque especial se le da cuando se cocina a la leña.
En Tenango del Valle es imperdible degustar y llevar a casa la fruta de horno, una galleta de harina de maíz, manteca y azúcar que se hornea muchas ocasiones en leña, se distingue por su figura de rosquilla.